Una investigación pionera de la UIB abre el camino a nuevos materiales con propiedades ópticas y electrónicas de alto interés y potenciales aplicaciones, por ejemplo, en láseres, pantallas, sensores, sistemas de validación y células fotovoltaicas orgánicas.
Un equipo de investigadores del Departament de Química de la Universitat ha publicado recientemente los resultados de este estudio, pionero en el campo del diseño de materiales avanzados con propiedades ópticas y electrónicas que ofrecen un gran potencial de aplicación en el ámbito de la optoelectrónica y la fotónica, de la mano de la química supramolecular.
El estudio ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Journal of the American Chemical Society, una de las más importantes a nivel mundial en investigación química. El artículo es el resultado de una colaboración multidisciplinaria entre dos grupos consolidados de investigación, desarrollo e innovación en la UIB: el Grup de Sistemes Supramoleculars i de Nanocaptura (Supranano), y el Grup de Sistemes Orgànics Funcionals (FOS).
Uno de los investigadores, Tomeu Soberats, ha explicado a este periódico que «nuestro trabajo consiste en el diseño de moléculas que se puedan ensamblar para que encajen de una manera específica, creando una estructura supramolecular con unas propiedades u otras, en este caso utilizando moléculas fluorescentes o que tengan color. De este modo, controlamos las propiedades de dos moléculas para que tengan una distribución específica. Así, a partir de materiales orgánicos, obtenemos unos cristales líquidos flexibles, con menos problemas de rotura, autorreparadores y fáciles de procesar, lo que incluso puede reducir los costes de manufacturación. También pueden ser biocompatibles en un uso medicinal».
A partir de aquí, se abre un uso potencial en láseres y pantallas OLED, que ya se aplican en teléfonos móviles, ordenadores o televisores.
Los cristales líquidos diseñados por los investigadores son columnares, lo que significa, según Soberats, que «a nanoescala, podemos ordenar las moléculas en columnas, una junto a otra, y podemos orientarlas con sus propiedades específicas».
Estos materiales luminescentes tienen propiedades únicas y combinan la autoorganización molecular con una emisión de luz eficiente. Por ello se incluyen en un área de investigación de gran interés tanto para la comunidad científica como para la industria por sus prometedoras aplicaciones en la electrónica, la optoelectrónica y los sensores.
El estudio describe el proceso innovador de creación de cristales líquidos con destacadas propiedades luminescentes, ópticas y electrónicas a través de la capacidad de autoensamblaje de dos moléculas. Los investigadores aseguran que los resultados conseguidos abren nuevas vías para el desarrollo de materiales con propiedades ópticas y electrónicas a través de la química supramolecular.
Tomeu Soberats señala que «siendo la UIB una universidad pequeña y con recursos limitados, no tenemos los medios necesarios para llevar a cabo los montajes y las aplicaciones prácticas de estos materiales, pero sí podemos establecer colaboraciones con otros grupos de investigación para desarrollarlas y concretarlas».
La UIB ha d'encapçalar el procés de desturistificació i la tranformació cap a un sistema diversificat i sostenible