El afloramiento de agua caliente desde el fondo marino podría estar detrás de la mortalidad de miles de pequeños crustáceos en aguas de Baleares. Esa es la principal hipótesis que manejan los expertos después de haber buscado sin éxito la presencia de patógenos asociados a los organismos que aparecieron sin vida en las playas de Pollença y Alcúdia en febrero de 2024.
Gaetano Catanese, Margalida Vanrell-Vals, José Maria Valencia y Amalia Grau comparten la autoría del informe Mortalidad Masiva de Crustáceos en las Islas Baleares: evaluación de patógenos asociados a otros organismos marinos. Esta última es la directora del Laboratorio de Investigaciones Marinas y Acuicultura (organismo dependiente de la Conselleria de Agricultura, Pesca i Medi Natural).
«El fenómeno ocurrió en febrero de 2024 con mortalidades muy muy grandes en las bahías de Alcúdia y Pollença que calculamos en miles de individuos de krill», explica Grau. Este es un pequeño crustáceo parecido al camarón que vive habitualmente en los océanos. De él se alimentan las ballenas y otros animales marinos. Ayuda además a mitigar el cambio climático al eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera.
Técnicos de la Dirección General de Medi Natural y del Imedea documentaron con fotografías este episodio y tomaron muestras. «Era krill y por biología molecular se detectó que es una especie típica del Atlántico que se relaciona con masas de agua atlántica que entra al Mediterráneo por el estrecho. Son corrientes más frías que normalmente están a mayor profundidad y este krill habita desde la superficie hasta 1.000 metros de profundidad», explica la experta.
Descartada la presencia de posibles patógenos, los científicos creen que «probablemente llegaron arrastrados por un afloramiento de la masa de agua y como el Mediterráneo está tan caliente y estos crustáceos son tan sensibles a la temperatura, murieron». Grau y sus compañeros entienden que es la hipótesis más fiable dado que «no hay una explicación infectocontagiosa».
«Analizamos el Krill utilizando la biología molecular y la istología que son dos técnicas que orientan para buscar las causas. Por eso podemos decir con seguridad que no había nada patológico, aunque empleando la biología molecular en otros casos se han visto patógeneos relacionados con efectos de mortalidad masiva en Baleares», reflexiona.
¿Cómo llegó el Krill hasta Baleares, uno de los puntos calientes del mediterráneo? Las dinámicas de las masas de agua del Mediterráneo están cambiando. Prueba de ello es la alta mortalidad este verano de mantarrayas varadas y fallecidas en playas de Baleares. «Investigadores españoles e italianos hablan de que los movimientos de las mantas han cambiado en el Mediterráneo. Hace tiempo que lo han visto y parece estar relacionado con cambios en el movimiento de las corrientes. Como hace más calor las corrientes están cambiando, como pasa en el Atlántico con la corriente del Labrador que viene de Groenlandia», explica Amalia Grau.
La Circulación Meridional de Oscilación del Atlántico (AMOC, siglas en inglés) es un gran sistema de corrientes que recorre todo el océano Atlántico, desde el mar del Labrador, justo al sur de Groenlandia, hasta el océano Antártico. Transporta grandes masas de agua caliente al Norte en la superficie del océano y desplaza agua más fría hacia el Sur, hasta el fondo del océano. La comunidad científica avisa de que este sistema está atravesando por un periodo de «fragilidad».
Pero volvamos al krill muerto en aguas de Baleares. «Puede que hubiera un afloramiento en febrero relacionado con estos movimientos de aguas diferentes. El mismo año hubo otro episodio en Ibiza de un afloramiento que no llegó a la costa y que detectaron los vigilantes de las reservas. Tampoco encontró ningún patógeno», dice la autora de la investigación sobre la mortalidad de crustáceos en las Islas.
Este invierno el fenómeno no se ha repetido. «Lo cierto es que es algo que no habíamos visto nunca. Yo llevo 33 años trabajando aquí y es el primer caso. No tengo constancia de que este tipo de afloramientos halla ocurrido antes y en un mundo como el actual en el que llevamos el móvil con cámara encima y más sensibilizado a los cambios ambientales, lo lógico es que hubiéramos recibido algún otro aviso», concluye la experta.
Y ese agua caliente que aflora, de donde sale? Hay alguna grieta por donde escapan aguas termales? Esa grieta puede significar posibilidad de terremotos? Solo son preguntas que se me ocurren. Creo que se deberia profundizar más el tema por parte del periodismo y de los científicos.