«La lactancia materna es mucho más que una elección personal, es una acción de salud pública, de justicia social y de protección ambiental. Y aunque hay un aumento en la conciencia sobre sus beneficios, especialmente en los primeros meses de vida, no siempre se traduce en lactancias prolongadas o exclusivas», explica la matrona del Hospital Son Espases, Isabel Sampedro. «Muchas mujeres inician la lactancia, pero la abandonan antes de los seis meses por falta de apoyo, presión social o dificultades prácticas», agrega.
Más allá de los beneficios, Sampedro incide en los riesgos de la lactancia artificial para la madre y el bebé. «Tienen mayor riesgo de sufrir infecciones, el uso prolongado de biberones y chupetes altera el desarrollo bucodental y presentan un desarrollo neurológico menos favorable y mayor riesgo de trastornos del desarrollo y del comportamiento, así como mayor riesgo de enfermedades crónicas».
En línea, coincidiendo con el lema anual de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, del 1 al 7 de agosto, Prioricemos la lactancia materna: construyendo sistemas de apoyo sostenibles, la experta manifiesta no solo los beneficios para la salud de madres e hijos, sino también el impacto sostenible de la lactancia en el medio ambiente frente a la alimentación con fórmula. Esta genera aproximadamente un 48% más de huella de carbono. Además, cada año se producen unos 21,9 mil millones de litros de leche humana, una fuente vital que no se aprovecha adecuadamente por falta de inversión gubernamental, no se contabiliza en el PIB ni en estadísticas alimentarias nacionales, mientras que la venta de fórmula sí.
En Baleares el 59.21% de las madres elige la lactancia materna, frente al 68.40% nacional en las seis primeras semanas. No obstante, el porcentaje disminuye a los seis meses, 30.27%, aunque la cifra es mayor con respecto al resto del país, un 24.72%, según datos del INE. Detrás de estos, hay factores sociales, laborales o falta de apoyo.
Jessica Martínez lleva un año de lactancia materna y aunque su inicio no fue fácil «tuvimos que suplementar con jeringuilla, ya que mi leche tardó en subir», no perdió la fe y lo logró. «Dar el pecho no es solo alimentar a tu bebé, es un vínculo, un acto de afecto y calma», expresa.
Pese a que la OMS aconseja la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, las condiciones laborales o personales a veces no lo permiten. «Ojalá se pusiera en valor con políticas que favoreciesen la lactancia materna, pudiendo pasar más tiempo con nuestras criaturas. Aún queda mucho por recorrer», subraya.
Por otro lado, Andrea Ángel, después de mucho empeño dejó la lactancia materna pocas semanas después del parto. «Fue muy duro y complicado emocionalmente, con grietas y dolor», narra. Durante su estancia en el Hospital Son Llátzer, cuenta que las matronas acudían a ella para observar si la bebé tenía buen agarre al pecho y comprobar que todo estuviera bien, aún reconoce que "no son solo los primeros días en los que estás sumergida en una burbuja de emociones y en lo que todo lo que te rodea es nuevo, sino cuando estás en casa y te ves sola, eso es el momento de enfrentarse a la verdad".
Insiste en que cada historia es distinta «No debemos juzgar a las madres. Lo importante es que cada una se sienta bien con su decisión. La LM no debe ser una carga emocional»
Por su parte, para aquellas madres primerizas que quieren empezar con la lactancia materna, la matrona Sampedro recomienda un tipo de apoyo en el que haya una escucha activa y sin juicios, un acompañamiento profesional temprano desde el embarazo, acudir a grupos de apoyo entre madres donde puedan compartir experiencias, asesoría técnica sobre agarre, posiciones y producción de leche y encontrar validación emocional donde reconocer el esfuerzo, la frustración y los logros. "Cada madre necesita sentirse segura, respetada y acompañada". Aún así también considera que "la lactancia aún no se vive como un derecho garantizado, sino como una elección personal que muchas veces se ve condicionada por el entorno".
«La lactancia materna es una cuestión de salud pública, justicia social y ambiental» Claro, y seguro que también ayuda a resolver el conflicto de Palestina... Es que uno a estas alturas ya no sabe dónde meterse con tanta agresión continua contra la inteligencia y al sentido común más elemental.