El crecimiento de población de Balears, sostenido en los últimos doce meses con 12.000 habitantes más, hace a las Islas superar los 1.250.000 residentes. El 95% de los nuevos llegados provienen del extranjero y se limita la inmigración desde la Península. El incremento plantea desafíos, problemas graves y detrás, hay coincidencia, está un modelo económico. Expertos y el Govern muestran su visión.
Antoni Costa. Vicepresident del Govern
«Hay que dar una respuesta al incremento y frenar su ritmo»
El vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Antoni Costa, apunta que el crecimiento de población requiere respuestas de la administración «para dar respuesta a las necesidades que ya ha producido y para frenar el actual ritmo de crecimiento». Apunta a la necesidad de más financiación y más recursos y que el sistema tenga en cuenta «la España que se llena». Esta financiación es necesaria para «mejorar y adaptar las infraestructuras», desde agua a servicios como sanidad y educación.
Recuerda que prevén una inversión de 3.800 millones en los próximos años. La otra pata es «la necesidad de poner más vivienda asequible» ante el desequilibrio generado, algo en lo que, asegura, se ha actuado con medidas para poner en marcha 20.000 viviendas que vayan destinadas a residentes. En cuanto a las medidas de freno apunta: «La primera causa del crecimiento es un modelo económico altamente demandante de trabajadores con baja formación» y manifiesta que la «medida clave» es transformar ese modelo para «crecer en valor y no en volumen» y contener la oferta turística.
Por último reclama un «cambio drástico» en la política migratoria del Gobierno de España para frenar la inmigración irregular que llega por varias vías a Balears.
Margalida Ramis. Portavoz del Gob
«Es una bomba social. Generará muchas tensiones»
La portavoz de la organización ecologista Margalida Ramis advierte que el crecimiento de población que experimenta Balears «es una bomba territorial y demográfica» y también «social». «Por un lado vendemos paraíso y por otro atraemos mano de obra», movidos por un círculo especulación, turismo y construcción que «se alimenta de capitales que no se quedan en las Islas. Critica los planes del Govern de liberalizar suelo que, señala generarán un «efecto llamada» de más población y advierte que si ya existe una «sensación de invasión». «Acabará petando por presión social. Cuanta más gente quiera acceder a un espacio limitado, ¿quién se va a quedar? Es un proceso de expulsión».
Pere Salvà. Catedrático
«Hemos terminado de vaciar la España vacía»
Pere Salvà, catedrático jubilado de Geografia Humana en la UIB, señala que «hemos agotado la inmigración peninsular y hemos acabado de vaciar la España vaciada». Explica dos tendencias: «Tras la COVD, sigue habiendo en las Islas una inmigración residencial europea no laboral, que incrementa los precios de la vivienda, pero dos tercios de esa inmigración son de carácter laboral, especialmente latinoamericanos y magrebíes». El catedrático jubilado señala que «muchos de los inmigrantes peninsulares de décadas atrás que pudieron comprarse una casa en las Islas regresan ahora a sus comunidades de origen para dejar a sus hijos sus viviendas de aquí, dada la imposibilidad de acceso para los más jóvenes».
Salvà recuerda que «las proyecciones del INE apuntan a que, en 2037, la población de Balears crecerá en otros 231.000 habitantes. Ese aumento seguirá correspondiendo a la inmigración. De este modo, seguirá habiendo problemas de vivienda y surgirán otros problemas en cuanto a ocupación del territorio, disponibilidad de agua y energía, residuos o colapso del tráfico y el transporte público.
David Abril
«Balears es el territorio en el que pasa con más intensidad»
David Abril, investigador del Observatorio Social de las Islas Baleares es el autor de un trabajo que compara la inmigración de distintas islas del Mediterráneo que, como Mallorca, «se lo juegan todo al turismo». «No somos los únicos a los que les pasa, pero somos el territorio en el que esto ocurre con mayor intensidad», alerta. Advierte Abril de que «por mucho que se hable de cambio de modelo económico, la realidad es que no cambia, se intensifica, y quiere más turistas en vez de más calidad, por eso hace falta cada vez más gente, más mano de obra». Sin embargo, las llegadas chocan con la situación interna, en especial, la vivienda. «Hay gente que viene atraída por el trabajo pero que se va por la dificultad de encontrar una vivienda». Cree que, «los inmigrantes van a seguir viniendo a trabajar, pero la situación hará que la población no crezca o decrezca porque, aunque hasta ahora el saldo es positivo, vemos que la gente, también la de aquí, se está marchando».
Si va a més la població és perquè volen que així sigui per forrar-se els de sempre i perdre qualitat de vida els de sempre. Illencs, és hora de pujar el to