La soledad ya no es sinónimo de vejez en Baleares. Un concepto que se ha asociado tradicionalmente a la tercera edad ya no se corresponde con la realidad, al menos en el caso de las Islas. Los datos que recoge el Institut Balear d’Estadística del último censo de viviendas y de hogares refleja que en uno de cada cuatro hogares del archipiélago son unipersonales, es decir, en ellos solo vive una persona.
Lo sorprendente de esta estadística es que de esos 112.457 ciudadanos que viven solos, un 44,14 % tiene entre 30 y 50 años. Es decir, la mayoría de personas solas de las Islas está en ese rango de edad y el porcentaje más elevado se a entre quienes tienen entre 40 y 49 años, con un 24,34 % del total. Hay un total de 27.375 personas de entre 40 y 50 años que viven solos y otro dato muy relevante es que, de ese total, 17.571 son hombres frente a 9.804 mujeres.
La soledad sigue siendo importante en el colectivo de mayor edad, especialmente entre las mujeres. También aquí hay unas grandes diferencias entre el colectivo femenino y el masculino. Del total de hombre que viven solos en Baleares, un 14,71 % tiene más de 70 años. Esta cifra más que se dobla en el caso de las mujeres. De todas las que viven solas, un 32,88 % tienen más de 70 años. La soledad en la vejez sí es cosa de mujeres.
La soledad comienza a ser un grave problema en algunos países, como Japón, donde incluso se ha creado un ministerio para abordar este asunto. En Catalunya también existe una dirección general específica sobre este asunto, algo que por ahora no se ha planteado en Baleares, aunque es una de las comunidades con un mayor porcentaje de hogares unipersonales.
En cualquier caso, los expertos distinguen entre estar solo y sentirse solo, pero la dificultad estriba en que no se conoce cuántas de esas 112.457 personas que viven solas en las Islas quiere vivir o sola o se trata de soledad no deseada. No existe ese dato, que es vital para afrontar el problema de la soledad no deseada.
Este tipo de soledad no buscada se ha asociado también hasta a los ancianos, pero el problema empieza a extenderse entre los jóvenes. Tampoco en este caso hay estudios específicos para Baleares, pero uno realizado en el Ajuntament de Barcelona constata que uno de cada diez niños asegura sentirse solo. En el caso de los menores, uno de los factores que contribuye a esta sensación es el mal uso de la tecnología. No la tecnología en sí, que puede crear la zona de unión, sino utilizar esa herramienta de manera inadecuada.
Los expertos en este asunto señalan que la precariedad también contribuye al aumento de la soledad no deseada. Por ejemplo, la falta de recursos lleva aparejada en ocasiones la movilidad constate del domicilio por razones económicas, porque suben los alquileres, por ejemplo. Otros elementos que ayudan a que aumente esa soledad está en la falta de vida comunitaria en las ciudades ya sea por el despoblamiento de algunas zonas o por el proceso de gentrificación que aísla a los residentes.
Será porque tienen dinero para vivir solos o han heredado. Bueno, igual el aislamiento viene dado por la escasez de recursos ya que todo se lo lleva la hipoteca o el alquiler, o también la confusión al no saber quién eres... te has creído lo de la identidad de género y ahora no sabes si te gusta un hombre una mujer todo lo que se menea o al feminismo y su igualdad disfrazada de privilegios o al confinamiento o a la epidemia de narcisistas y psicópatas que te encuentras en politica y medios. Por qué ya lo dijo Errejón: "solo sí es sí y todo lo demás es no"