La falta de recursos económicos para hacer frente a un alquiler digno está provocando que los ciudadanos tengan que recurrir a soluciones extremas para conseguir un piso donde construir su vida. Las caravanas proliferan por los barrios periféricos de Palma, pero también en el interior de las ciudades cada vez hay más viviendas ocupadas no por una unidad familiar, sino por más de una unidad familiar.
Los últimos datos de la Encuesta Continua de Hogares indican que en Baleares hay 27.900 hogares donde se da esta situación, es decir, que no tienen más remedio vivir unas familias con otras familias para poder pagar de manera conjunta el precio de la vivienda. En este grupo se encuentran también personas que se han separado y que no han tenido más remedio que ir con sus hijos a vivir en el piso familiar de los padres. La estadística no da detalles del número de personas que viven en cada uno de estos 27.900 hogares, pero si la media es de entre 5 o 6 personas por hogar, la realidad es que hay unas 100.000 personas en las Islas que viven en esta penosa situación.
Este fenómeno de viviendas compartidas por familias, no por individuos, ha ido a más en los últimos años hasta el punto de que, desde 2014, se ha más que doblado el número de residentes a los que nos les queda otro remedio que compartir una vivienda con otra unidad familiar diferente a la suya. En estos momentos hay 27.900 hogares que presentan estas características cuando eran 12.300 en el año 2014, según los últimos datos de la misma Encuesta que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En Baleares también hay otros 24.600 hogares en los que viven una familia, pero además hay otra persona que no es de la familia que está en el mismo domicilio. Por últimos, los últimos cálculos del INE señalan que hay otros 14.200 hogares que son los tradicionales pisos compartidos donde viven varios individuos que no son familia bajo un mismo techo.
Hacinamiento
Otra estadística relacionada con los hogares es la que mide el porcentaje de hacinamiento de los hogares de Balears en función de los datos recogidos por el Censo de Población. La estadística señala que hay unas 125.000 personas que viven en Balears en situación de hacinamiento. Se da de forma mayoritaria en hogares formados por ciudadanos españoles, pero también comienza a ser un problema en los hogares mixtos entre españoles y extranjeros, así como en los que solo viven ciudadanos de otros países.
Miris on miris, tot són guirisO vendré tot, i no tornar, despres ens menjarem les ungles, será tota per Nosaltres, tomarem ametles, agafarem garroves, pagarem barbaritats per viatjar, vendrán poca productes i no tendrem doblers, o pocs. Pero será súper guay