Rafael Dezcallar (Palma, 1955) cuenta con una extensa trayectoria como diplomático que incluye su periodo como embajador en China entre 2018 y 2024. Una experiencia de valor incalculable como fuente de documentación para su último libro, El ascenso de China, publicado este mismo año.
¿Cuál es el objetivo último de China?
El objetivo de China no es la dominación mundial, sino seguir siendo independiente, sobre todo de EEUU. Es un país que durante el siglo pasado tuvo una situación de sometimiento a las potencias occidentales que ocuparon partes de su territorio y que impusieron diferentes controles intolerables. En el 49, China puso fin a todo eso y el objetivo del Partido Comunista desde entonces es garantizar esa independencia.
¿Cómo definiría su política en estos últimos 70 años?
La palabra que define su actuación es pragmatismo. Es un país que hizo una revolución nacionalista en nombre de un partido comunista que al cabo de los años ha acabado transformando a China en una economía capitalista.
¿La agilidad en la toma de decisiones es la ventaja clave de una dictadura como la suya frente a la democracia europea?
Los valores occidentales de la democracia no son respetados en China y para mí eso es importante. Puede que la economía funcione muy bien, pero hay que valorar el conjunto. Y la sociedad china tiene muchas cosas que preferiría evitar. China ha hecho cosas fantásticas y se ha convertido en un país muy fuerte, pero sigue ignorando valores y principios muy importantes. Lo que tiene que hacer Occidente es tomar nota de las cosas que ha hecho bien.
¿El estancamiento europeo radica precisamente en la priorización del debate conjunto?
En absoluto. Creo que Europa es una de las grandes historias de éxito del siglo XX. Nació como una fórmula para evitar que siguiera habiendo guerras. Evidentemente, muchas veces es frustrante porque no consigue lo que necesitamos o lo hace tarde. Pero si actuamos individualmente, con respecto a China somos insignificantes. Solo unidos marcaremos la diferencia.
EEUU y China ¿Quién gane la carrera de la IA será la próxima potencia hegemónica?
No es solo la IA: es el internet cuántico, los semiconductores, las nuevas energías… Ambos países ven en la tecnología la clave del futuro y la IA es uno de los temas más importantes. Probablemente, EEUU está en estos momentos por delante de China en investigación punta. China tiene, en cambio, un gran dinamismo en la aplicación práctica de la IA y en su llegada a muchísimas empresas. Ha sido muy ágil la hora de ponerla al alcance de todas las empresas para que éstas sean capaces de sacarle partido.
¿Está a la altura el compromiso de gasto en defensa de España?
Lo ha aumentado y probablemente tendrá que seguir haciéndolo. Tenemos que gastar más y mejor. Es inevitable para todos y también para España, porque es uno de los países que más está defendiendo los valores democráticos europeos frente a Trump. Si queremos plantarle cara, tenemos que dejar de depender tanto de EEUU.
¿Cuál es su perspectiva de la longevidad de la guerra de Ucrania?
Nunca pensé que esto duraría tanto, pero parece que por ahora Putin no tiene ningún interés en negociar. Dependerá de si la economía rusa le sigue permitiendo seguir este ritmo de gasto militar. Ahora mismo no queda más remedio que seguir resistiendo sus ataques en pro de la independencia de Ucrania, porque ahí se está defendiendo la independencia de toda Europa.