Santiago Cabanas (Madrid, 1954) es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Fue embajador de España en Estados Unidos (2018-2024) antes de retirarse de la carrera diplomática después de 43 años de servicio desde su ingreso en 1981. Durante su carrera profesional también ha sido embajador de España en Argelia, República Checa y Jordania, entre otros cargos.
¿Vivimos un G-2 económico, tecnológico y militar?
No creo que podamos hablar todavía de un mundo bipolar en sentido estricto, aunque nos movemos en esa dirección. Ya no vivimos en un mundo unipolar, con EEUU como única gran potencia. En algunos ámbitos predomina Washington, en otros Pekin y en otros hay multipolaridad. Podríamos hablar de un orden uni-bi-multipolar (hace ya años, Huntington acuñó el término unimultipolar).
¿Es el final del orden internacional basado en normas y multilateralidad en favor del uso de la fuerza?
El orden liberal nacido tras la II Guerra Mundial toca a su fin. Sus pilares ( democracia, derecho, instituciones multilaterales, libre comercio...) están siendo cuestionados incluso por EEUU. La incógnita es qué orden lo sustituirá, en un contexto donde el uso de la fuerza gana terreno.
¿En qué aventaja cada uno al otro?
EEUU conserva la supremacía militar y tecnológica avanzada. Pero China ya supera a Washington en PIB por paridad de poder adquisitivo y domina en sectores como robótica, minerales raros, energía solar o vehículos eléctricos.
¿Es más peligroso Trump con su retórica o China con su discreción?
Ambos buscan transformar el orden internacional. China no participó en su creación, lo aprovechó para crecer y ahora propone un modelo alternativo. EEUU cree que ese orden ya no le beneficia. El reto es encontrar un marco aceptable para ambos y para el Sur Global.
¿Es una bipolaridad comparable a la de la Guerra Fría?
Existen similitudes: confrontación ideológica, tensión militar (Europa entonces, el Mar de China hoy) y competición tecnológica. Pero hay diferencias: la URSS nunca fue rival económico, no había interdependencia comercial y ahora existe margen para cierta multipolaridad. Tampoco vivimos bajo el riesgo constante de confrontación nuclear.
¿Qué actores pueden disputar el liderazgo?
India, por su tamaño, población y crecimiento, será clave y tanto China como EEUU buscan su amistad. La UE, si supera sus debilidades y aprovecha el momento, podría convertirse en un actor global.
¿Qué necesita Europa para competir?
Avanzar en integración. La UE ha sido un éxito, pero corre riesgo de decadencia. La guerra en Ucrania y las dudas sobre la relación transatlántica evidencian su marginalidad. Es el momento de profundizar el mercado único, garantizar seguridad y mostrarse como actor global.
¿Ha sido sumisa Europa con EEUU aceptando el pacto de aranceles?
No hablaría de sumisión. El acuerdo era el mejor posible: evitar una guerra comercial. Además, Europa sigue necesitando a EEUU para su defensa, lo que influyó en las negociaciones.
¿Acabarán siendo un problema los aranceles para EEUU?
Su triple objetivo es reducir déficit, recaudar y mostrar poder. A largo plazo, pueden tener efectos negativos para quienes los sufren y para quienes los imponen, además de dañar las relaciones con aliados.
¿Seguirá EEUU atrayendo talento pese a su guerra cultural contra universidades?
Si continúan los recortes, podría perder ese liderazgo.
¿Quién ganará este duelo?
La esperanza es que gestionen sus proyectos en paz y construyan un orden más justo e inclusivo, capaz de responder a los grandes retos globales.