El Govern trabaja en redefinir la delimitación de las zonas inundables de Balears al considerar que los límites actuales se definieron con «trazo grueso», en palabras de Marga Prohens. La presidenta ya adelantó a finales de verano la intención de redefinir estas zonas con bisturí para delimitar con más precisión en la cartografía qué es y qué no inundable. Lo hizo en unas declaraciones a la prensa que no trascendieron y que tuvieron lugar en su Campos natal, uno de los municipios con mayor riesgo por inundación. En la práctica, esta redefinición supondrá dos cosas: aumentar las opciones para construir en ciertas áreas, pero también una mayor restricción en otras.
«Una cosa es una zona inundable con un flujo preferente y mucha velocidad de inundación, y otra es lo que pasa en muchos sitios, como por ejemplo en Campos, donde se va llenando de forma paulatina y sin apenas riesgos», comentó la presidenta, en una afirmación que ya daba una idea de por dónde van las intenciones de su equipo, que busca respetar la propiedad privada.
Desde la dirección general de Recursos Hídricos aclaran a este diario que se están llevando a cabo los estudios necesarios para establecer cuatro categorías de riesgos: leve, moderado, grave y muy grave. En función de eso se podrá construir o no a pesar de que una parcela esté incluida en una área inundable. Sobre esto, desde el Ejecutivo recuerdan que se establecerán las medidas de protección necesarias para garantizar la seguridad de las personas y los bienes. «Todo este trabajo se hace siempre con criterios técnicos y en base a la normativa vigente», insisten. Todo esto está incluido en el cambio sobre este asunto que aprobó el Parlament hace casi un año.
«Por respeto a la propiedad privada, por respeto a los payeses y por respeto a la gente que vive en los pueblos hay que ser muy rigurosos a la hora de clasificar las zonas inundables y no hacer un trazo grueso, como se hace en demasiadas ocasiones», dijo Prohens. «Puede que se puedan introducir elementos correctores en inundables, porque no es lo mismo una zona que puede sufrir una inundación de unos cuantos metros o una que sufra una inundación de un palmo», añadió la presidenta.
«No hay que caer ni en la demagogia ni en el populismo», insistió la líder popular cuando se le preguntó sobre si se ampliarán las posibilidades de urbanizar en estas áreas. «Hemos sido más restrictivos y previsores, cosa que en la legislatura pasada no fue así», añadió Prohens, criticando la gestión del Pacte.
El efecto de la dana
A pesar de que tras la catástrofe de Valencia pudiera parecer impensable, era completamente legal construir equipamientos públicos en terrenos con riesgo de inundación. La izquierda prohibió edificar viviendas en este tipo de suelos después la torrentada de Sant Llorenç, pero permitió excepciones en caso de no haber localizaciones alternativas viables y tomando medidas correctoras para reducir riesgos. Tras la gota fría más intensa del siglo, Prohens anunció que prohibiría estas excepciones.
El caso más destacado que se frenó tras esos sucesos fue la construcción del futuro parque de bomberos de Marratxí en un solar público parcialmente anegable ubicado en el polígono de Can Rubiol. El Pacte, acorde con la ley, lo proyectó en ese espacio, aunque no se llegó a presupuestar. La esquina sureste del solar, cedido por el ayuntamiento, presenta riesgo de inundación, ya que está al lado del torrente de Coanegra. De hecho, la mayoría de naves del polígono e incluso zonas residenciales adyacentes, están en zona inundable.
En cualquier caso, antes de la dana de Valencia PP y Vox pretendían ampliar la edificabilidad en zonas inundables. Tras el desastre, cambiaron de opinión. Lo que sí volvió a permitir el Govern fue la construcción de viviendas unifamiliares aisladas en zonas de riesgo por incendio, deslizamiento de tierras, erosión, contaminación o por amenazar la calidad de los acuíferos en el suelo rústico de Mallorca. El Pacte lo había prohibido en 2020, pero la nueva ley de liberalización de Prohens permite autorizar licencias en estas áreas con su correspondiente informe favorable, como también adelantó este diario.
Vaya título. Zonas inundables que respeten la propiedad privada. Igualito que la Dana de Valencia, no? Esa Dana respetó un montón la propiedad privada, sí. No saben qué hacer para seguir poniendo ladrillo en Mallorca. Tienen un ladrillo en lugar de cerebro.