Rafael Roig (1966, Felanitx), una de las voces más autorizadas del transporte balear, asume que su sector ha sido uno de los perjudicados por la contención en el gasto turístico de esta temporada, por lo menos en lo que respecta a la oferta complementaria. Firme defensor del Pacte per la Sostenibilitat también aboga por gestionar mejor los flujos de visitas para combatir la saturación.
¿Su balance de la temporada?
Ha sido algo más floja que la del año pasado, aunque no puede calificarse de mala. Se ha notado la bajada del mercado alemán, que este verano ha viajado menos o ha optado por otros destinos. Esto ha afectado a julio y agosto, pero en junio y septiembre han tenido un buen comportamiento, demostrando que la temporada se está extendiendo más allá del verano.
¿Ha percibido saturación?
Necesitamos amortiguar y dosificar la afluencia de turistas. Si se regula y planifica mejor, el impacto sería menor, la sociedad lo viviría con menos presión y las empresas podrían atender con más calidad y eficiencia. Debemos priorizar el bienestar de quienes vivimos aquí, pero sin cerrar la puerta a quienes nos visitan y nos dan de comer. Ese equilibrio pasa por gestionar mejor el impacto que genera el turismo cuando se concentra en pocos momentos: vuelos que llegan a la misma hora, cruceros que coinciden en una sola jornada...
¿A qué achaca la bajada en el consumo de los turistas?
A varios factores. El turista llega, pero gasta con más cautela. A esto se suma la subida de precios en Baleares, que hace que gran parte del presupuesto se agote antes de disfrutar de la oferta complementaria. También ha cambiado el comportamiento del viajero: cada vez más turistas vienen por libre, sin paquetes ni actividades contratadas, y reducen el gasto en ocio y restauración. Surge un perfil que viene a consumir lo justo, los llamados turistas diésel. Y el debate social sobre la saturación turística puede estar también influyendo.
Los usuarios se quejan de haber tenido que ir de pie en los repletos autocares interurbanos este verano. ¿Hay que ampliar frecuencias?
El problema que hay ahora es la gratuidad: se debería buscar un sistema que adapte oferta y demanda, aunque la demanda residencial tiene que estar siempre por encima de todo.
¿Cómo valora el acuerdo alcanzado en el TIB este verano?
Las empresas concesionarias hicieron un gran esfuerzo por el bienestar social y para que la calidad del servicio siguiera siendo lo principal. Tanto el del TIB como el convenio de mercancías han tenido negociaciones difíciles y largas.
¿Cuáles son sus previsiones sobre el futuro inmediato del sector?
De cara al futuro creo que debemos adaptarnos al mercado, crear productos de mayor valor añadido, alargar la temporada e intentar mantener precios competitivos sin perder calidad. Y siempre equilibrando con el bienestar de los residentes, sin olvidar que el turismo es el principal motor económico.
¿Prevé una nueva subida de precios en 2026 por el sobrecoste de los costes de los materiales?
Todo apunta a que los costes seguirán subiendo, porque ya nos están llegando presupuestos de proveedores con precios más altos. Todo está más caro que hace unos años, pero tampoco creo que vayamos a ver una subida de precios descontrolada.
Los colegios se quejan de que los transportistas priorizan a los turistas en época de excursiones escolares. ¿Qué les responde?
Es un tema de coordinación y planificación. Desde el sector llevamos tiempo trabajando para concienciar a los turoperadores de que en las semanas de junio la demanda de autocares alcanza su punto máximo y no se puede atender todo a la vez. En esas fechas coinciden los viajes turísticos con las excursiones y actividades escolares de fin de curso, y los recursos son limitados. Lo que pedimos es que seamos todos conscientes de ello: que los colegios anticipen y dosifiquen sus salidas extraescolares, y que los turoperadores planifiquen sus servicios con la misma cautela.
¿Cuántos conductores faltan ahora mismo?
La situación es complicada y cada año la necesidad va a más. En Baleares harían falta al menos 150 conductores nuevos cada temporada y la cifra crecerá. El problema es el envejecimiento de la plantilla. El relevo es escaso porque formarse no es rápido ni barato y a esto se suma un nivel de absentismo cada vez mayor. Si no actuamos en atracción de nuevos profesionales y control del absentismo, en pocos años será muy difícil cubrir la demanda de transporte en Baleares.
¿Qué necesidades tienen las actuales infraestructuras viarias?
Con pocas actuaciones bien pensadas se puede mejorar mucho la movilidad en Baleares, no siempre hacen falta grandes obras. Habilitar carriles cero en rotondas, mejorar la señalización y la trazabilidad de carriles, ordenar mejor accesos y salidas de núcleos turísticos y reservar espacios adecuados para carga y descarga ya supondría un gran avance para el tráfico en general y el transporte profesional.
¿Siguen los problemas de su sector con AENA en Son Sant Joan?
El de Palma se ha convertido este año en el primer aeropuerto de España que cobra a las empresas de transporte discrecional de viajeros por permanecer más de 59 minutos esperando a sus pasajeros. Y esto sucede cuando esos tiempos de espera no dependen de nosotros, sino de retrasos en los vuelos, controles de seguridad, la propia gestión aeroportuaria o el caos que han provocado las obras. Es difícil de entender que AENA cobre a los autocares y vehículos de transporte discrecional mientras no ofrece un servicio fluido.
Menudo el que habla, tiene una flota inmensa de coches rent a car, buses, taxis, vehículos con chófer, villas de alquiler y paga basura de sueldos, explotando a los trabajadores, empieza por cuidar de tu isla y de los mallorquines antes de beborrerar