El Govern balear ha instado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a modificar el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. La propuesta busca que todas las serpientes de la familia de los colúbridos, introducidas en el archipiélago, sean catalogadas como invasoras en la totalidad de las islas. Esta solicitud excluye a las especies autóctonas ya reconocidas, como la culebra de garriga (Macroprotodon mauritanicus) y la culebra de agua (Natrix maura) en Mallorca y Menorca, así como la culebra blanca (Zamenis scalaris) también en Menorca. La extensión de esta catalogación a todas las islas permitiría reforzar técnica y jurídicamente las actuaciones de control que el Govern ya lleva a cabo en Mallorca. De esta manera, dichas acciones se integrarían en los planes y campañas de control y erradicación existentes, siguiendo el modelo de Ibiza y Formentera, los cuales se desarrollan bajo la Estrategia de gestión, control y posible erradicación de ofidios invasores en islas, aprobada por el Ministerio en julio de 2018.
Cabe recordar que el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, ya había incluido estas especies en el Catálogo, aunque su aplicación se limitaba a Ibiza y Formentera. En estas islas, las serpientes llegaron a principios de siglo, principalmente a través de la importación de olivos y otros árboles ornamentales. Desde su introducción, estos ofidios invasores han provocado un grave impacto ecológico sobre la fauna autóctona, afectando de manera particular a la lagartija pitiusa (Podarcis pityusensis), una especie endémica y altamente vulnerable. Es relevante señalar que la normativa mencionada también las consideraba invasoras en los islotes deshabitados del litoral balear, pero no así en las islas de Mallorca y Menorca.
En Mallorca, a pesar de que los niveles de densidad aún no alcanzan los registrados en Ibiza y Formentera, la proliferación de serpientes representa una amenaza creciente para la fauna silvestre autóctona. Entre las especies detectadas se encuentran la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), la culebra blanca (Zamenis scalaris), la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) y la culebra verde y amarilla (Hierophis viridiflavus). La presión depredadora de estos reptiles puede tener serias repercusiones en especies protegidas como la lagartija balear (Podarcis lilfordi) en los islotes, el ferreret (Alytes muletensis) en la Serra de Tramuntana o el paíño europeo (Hydrobates pelagicus) en sus colonias de cría. El espectro de presas de estas serpientes es, no obstante, muy amplio, abarcando desde micromamíferos hasta aves paseriformes. Ante esta situación, el Govern ya ha intensificado las medidas de trampeo y control en Mallorca, focalizando los esfuerzos en áreas de especial valor biológico, como islotes y espacios naturales protegidos, donde se han instalado 375 trampas durante la campaña en curso.
El proceso para esta modificación normativa ya está en marcha. El pasado mes de septiembre, el Ministerio inició el periodo de consulta pública previa sobre el proyecto de Orden Ministerial que busca actualizar el Catálogo, cuyo plazo de participación concluye el próximo 20 de octubre. Tras esta fase, se abrirá un periodo de información pública antes de proceder a la aprobación definitiva y la posterior publicación de la norma en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Enfoque integral de control y conservación
La lucha contra las serpientes invasoras forma parte de una estrategia integral que no solo abarca su control, sino también acciones específicas destinadas a la protección y conservación de las lagartijas. En el marco de esta estrategia, impulsada por la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal, el Govern ha destinado 2,5 millones de euros, lo que constituye la mayor inversión realizada hasta ahora, para combatir las serpientes invasoras en Ibiza y Formentera. Esta cifra casi triplica lo invertido entre 2020 y 2023. Este considerable esfuerzo se ha materializado en la instalación de más de 2.600 jaulas, lo que representa un incremento del 35 % respecto a 2024 y cuadruplica la cantidad de hace cinco años, además de un aumento del personal del COFIB, con 13 técnicos dedicados exclusivamente a esta labor.
Adicionalmente, se han establecido 18 reservas urbanas para la lagartija pitiusa en parques y centros educativos. Asimismo, se ha puesto en marcha un proyecto colaborativo con la Fundación Barcelona Zoo para asegurar la conservación ex situ de las lagartijas endémicas baleares. Se prevé la construcción de cuatro refugios seguros para la reintroducción de lagartijas criadas en cautividad en las fincas públicas de Can Marines y Sa Coma. Por primera vez, la campaña de trampeo se extenderá durante todo el año, manteniendo activas parte de las trampas tanto en las islas principales como en los islotes. Las actuaciones en los islotes también se han reforzado con la utilización de una embarcación propia de la Conselleria, intensificando las prospecciones para detectar la posible presencia de serpientes o variaciones en las poblaciones de lagartijas, con la colocación de más de 60 trampas de captura en las Pitiusas y más de un centenar en los islotes de Mallorca.