Los grupos enfrían un posible acuerdo con el Govern para aprobar el techo de gasto

Los grupos parlamentarios enfrían un posible acuerdo que garantice la aprobación del techo de gasto. Todas las miradas estaban puestas en Vox, con el que el Govern espera formar una alianza, pero la portavoz del partido en el Parlament, Manuela Cañadas, ha señalado este lunes al mediodía que todavía no ha recibido ninguna llamada del conseller de Hacienda, Toni Costa, y ponía en duda que vaya a haber una «negociación», reprochando al portavoz del Govern su «soberbia». En Més alejaban también un entendimiento dejando claro que no se sentarán a negociar un techo de gasto que sea la puerta de entrada a otros presupuestos con Vox, y el PSIB aceptará la invitación del Govern si se produce pero le auguran muy poco futuro a las conversaciones.

Los grupos siguieron con atención la rueda de prensa del viernes donde se anunció el techo de gasto y Costa anticipó que convocaría a todos los portavoces. Ninguno de ellos había recibido su llamada este mediodía; para la izquierda, un síntoma de que el propio Govern no espera realmente sacar adelante el trámite, deslizaba el ecosoberanista Lluís Apesteguia. La asociación más natural sería la del PP con Vox pero Cañadas se ha mostrado convencida, por las declaraciones de Costa el viernes, de que éste «no quiere negociar con nadie», ya que planteó que los grupos deberían «no bloquear» el techo sin posibilidad de hablar de contrapartidas.

«A mí escuchando al señor Costa el viernes me pareció que tenía mayoría absoluta y que iba a tomar el control, parece que consideraba que ahora manda a Vox. Con esa soberbia no se va a negociar», ha dicho Cañadas, recalcando que el único planteamiento del conseller fue que el techo de gasto «se aprueba o no se aprueba», con «prepotencia» y un «tono agresivo». «Si ya están mostrándose con esa actitud sospecho que es que han empezado campaña electoral, pero queda un año y medio. O una de dos, o convocan elecciones anticipadas, que a lo mejor es lo que tienen en mente, o si van a esperar a 2027 tendrán que tener mejor talante», ha apostillado.

Vox ha reiterado que como condición previa para una negociación de este tipo exige un calendario de cumplimiento de los acuerdos que alcanzaron para los presupuestos anteriores. «Una vez lo tengamos, ya veremos, pero no estamos en este escenario porque no ha habido contacto, parece que no tienen interés», matizaba la portavoz, que ha concluido: «No nos puedes pasar la responsabilidad al resto cuando es tuya. Así gobierna cualquiera».

A la izquierda del arco parlamentario también parece haber pocas posibilidades para el Govern. Més ha mostrado su rechazo frontal a facilitar un futuro presupuesto con Vox puesto que no ven voluntad de «revertir» las políticas ejecutadas hasta la fecha, mientras los socios de investidura siguen «con esta relación de Pimpinela baratera». Apesteguia censuraba los argumentos de Costa sobre que el aumento de recursos irá a gasto social: «No hemos visto los presupuestos. No vamos a aprobar esos 360 millones más sin saber a dónde irán. Al señor Costa el crédito a la credibilidad se le ha acabado; el crédito presupuestario creo que también». El diputado añadía que, precisamente, la votación este martes para derogar la Ley de Memoria «dificultará cualquier negociación posterior».

El PSIB, por su parte, confirma que si el Govern le llama como mínimo acudirá al encuentro, pero de momento ven «un mal comienzo» y que «seguramente» el techo de gasto acabará «como han acabado otras leyes». «No veo al vicepresidente con habilidades de negociación», ha declarado el portavoz adjunto del PSIB, Marc Pons. Respecto a qué puede ofrecer el Govern a su grupo, el diputado se ha limitado a señalar que cuando sean convocados harán las valoraciones, pero apostillaba: «Vemos un deterioro evidente en los servicios públicos y no nos gusta nada».

El PP, en cambio, ha exhibido confianza sobre la posibilidad de sacar adelante el techo de gasto, aunque al ser preguntado por la calendarización que pide Vox, el portavoz Sebastià Sagreras ha preferido mantener la «discreción». Lo que sí ha puntualizado es que los populares están dispuestos a establecer ese calendario, y de hecho Sagreras ha asegurado que están «tan interesados como Vox» porque hay asuntos que ya llevaban en el programa electoral, como la vehicularidad del castellano en la enseñanza. En ese contexto, el PP tendrá la «deferencia» de acordar con Vox cómo registrar la iniciativa pero si «esto no fructifica» la promoverá por su cuenta.