El problema habitacional es la gran mancha negra en la radiografía de la calidad de vida en Baleares en 2024. Por lo demás, los indicadores reflejan un año en que se experimentó un innegable incremento del bienestar social. Una evolución eminentemente positiva en términos de empleo, renta neta, tasa de pobreza o crecimiento macroeconómico que, sin embargo, apenas logra contrarrestar el que sigue siendo el elefante en la habitación de cualquier análisis socioeconómico de las Islas: la vivienda.
Así lo acredita la Memòria de 2024 elaborada por el Consell Econòmic i Social (CES), presentada este miércoles en el Parlament por el presidente de este organismo, Francesc Fiol (primera memoria que se elabora bajo su presidencia), quien compareció acompañado de los economistas y miembros del Consell, Antoni Alcover, Carles Mulet y Anna Grau. Así, el informe pone de manifiesto «la buena salud del mercado laboral», el cual llegó a un nuevo máximo histórico de ocupación -récord que, con toda probabilidad, rebasarán las cifras del año en curso- y consolidó una recuperación completa del impacto de la pandemia. El PIB per cápita aumentó un 11 % para situarse en los 34.381 euros, la subida más pronunciada de España. «El bienestar mejora fundamentalmente mejora porque han subido los salarios y la tasa de desempleo ha bajado», señaló Alcover para enfatizar el peso que ha tenido el crecimiento de la actividad turística.
También mejora el nivel de formación de la población o la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social, con un 18,4 % frente al 25,8 % del conjunto estatal. Grau, pro su parte, se refirió precisamente a este último aspecto para matizar, no obstante, que «es verdad que tenemos una bolsa de personas que no sale de esta situación; los datos de pobreza nunca son buenas, aunque en este caso sean mejores que en España». Con todo, asume que sigue presente «el problema de la vivienda, que es el principal problema social que tenemos y que además aumenta cada año».
El Archipiélago es la comunidad con el gasto más elevado en vivienda: los baleares dedican hasta un 40 % de sus ingresos. El esfuerzo en años es, consecuentemente, también el mayor de España: con una media del 30 % de la renta por unidad de consumo, el periodo para pagar una vivienda sería de más de 60 años. Más del doble que la media estatal, de 29,7 años. El precio medio por transacción inmobiliaria el año pasado fue de 431.740 euros, frente a los 193.719 euros de media española. Además, Balears tiene el mayor porcentaje de habitantes alojados en vivienda de alquiler, un 30 %. Más del doble de la comunidad situada en el otro extremo (Castilla y León, con un 13,6 %) y casi diez puntos por encima de la media estatal, del 20,4%.
Para Alcover, «lo que estamos viendo en Baleares es que no hay suelo, no hay margen de obra ni capacidad empresarial para responder a una demanda tan alta», señaló Alcover para expresar su propia reflexión al respecto. «Quizás tenemos que ayudar a la oferta para darle más flexibilidad para que pueda responder a este incremento tan importante de la demanda que se traduce en estos precios».
El índice de precios de la vivienda experimentó un nuevo incremento, en este caso del 6,6 %. Tal y como recalca la Memoria, el Archipiélago lidera las estadísticas a nivel estatal, con subidas constantes desde 2013. Los expertos del CES no obviaron uno de los factores más evidentes del encarecimiento de la vivienda, como es la compra por parte de extranjeros: un 26 % de las compras fueron de no residentes en España, más del triple que la media española (7,8 %).
Otro de los indicadores clave del eje de la calidad de vida -los otros dos ejes sobre los que se estructura la Memoria son panorama económico y medioambiental y mercado de trabajo y relaciones laborales- es el de la presión humana. Con 1,23 millones de censados (21.862 personas más que en 2023), el incremento de los últimos diez años fue de más del 10 %. De nuevo, la variación más pronunciada de España. La población extranjera, de 262.760 personas, supone un 21 % del total.
«Culpabilizamos muchas veces al turismo de la presión humana, pero es una congestión provocada por nosotros mismos (los residentes) y a veces incluso superior», señaló Alcover para añadir que los recursos hídricos están en riesgo por la sequía y la sobreexplotación de los acuíferos. Por otro lado, Fiol especificó que el CES todavía no ha iniciado el estudio de impacto del crecimiento demográfico que le encargó el Govern tras su nombramiento como presidente, pero que espera que lo haga a lo largo de los próximos meses.
Hau de fer cas a en @gabrielrufian. I no sóc de cap partit polític jo però aquest senyor ho va clavar fa poc dient: Sa vivenda NO es pot considerar un objecte d'inversió. Els rics han d'invertir amb or, plata, criptomoneda, borsa etc però NO en comprar pisos i cases. Una família 👨👩👧👦= una vivenda 🏠 Una vegada es compra una segona, tercera, quarta... vivenda com fan els rics, se'ls ha d'inflar d'impostos tant elevats què ja no sigui atractiu fer-ho. I ell no sé si ho va dir o no, però seguesc pensant que en el cas de ses illes Balears, per aturar sa inversió dels especuladors estrangers, s'ha d'exigir un mínim de 5 anys de residència permanent a ses illes abans de què puguin comprar-se res i no donar cap llicència turística més que prou saturats esteim. Gràcies