Las medidas para paliar la crisis de vivienda en la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) solicitadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se han encontrado con el recelo y la desconfianza del Govern. Desde la Conselleria d'Habitatge califican al socialista como «un especialista en vender humo» y consideran que en sus planteamientos se ha limitado a apropiarse de planteamientos ya formulados por Bruselas.
La situación está llegando a tal límite que plantear regulaciones como las expuestas por Sánchez han dejado de ser vistas como una excentricidad. El 78 % de los ciudadanos de Baleares considera que el turismo encarece la vivienda, según la encuesta que hizo el propio Govern, que en cualquier caso está en contra de limitar precios del alquiler o la venta de segundas residencias por considerar que vulnera el libre mercado.
La conselleria d’Habitatge desconfía de los anuncios del presidente del Gobierno, que también exigía activar palancas para poder actuar sobre las zonas tensionadas. «Es especialista en vender humo y hacer poco o nada de lo que promete o anuncia, hablando a veces de miles de viviendas de las que no se sabe nada y ahora tratando de apuntar a Europa pero a la vez sin concretar algunas propuestas», explican fuentes del Govern balear.
«Lo más concreto que anuncia es la petición de recibir fondos europeos para vivienda social; en esto estamos de acuerdo, pero cabe recordar que no es una medida nueva ni de Sánchez, sino que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su reelección, ya anunció el año pasado su compromiso de la puesta en marcha por primera vez de un Plan Europeo de Vivienda Asequible», comentan desde la Conselleria. En la misma línea, defiende que las políticas del Ejecutivo balear están centradas en «facilitar vivienda asequible para residentes con un mínimo de cinco años acreditados y con más de 5.000 viviendas asequibles en planificación».
Para concluir, desde Habitatge insisten en que ven necesario que el Plan de Vivienda asequible de la UE, como ya han propuesto al Ministerio de Vivienda, «tenga especial sensibilidad y trato diferencial para aquellos territorios limitados, como las Islas, y por sus connotaciones geográficas y ambientales, y que además tengan un grado importante de incidencia turística sobre el uso residencial».
Cabe destacar que Pedro Sánchez defendió que se habilite un fondo específico para la construcción de viviendas protegidas en Europa y medidas para frenar la compra de las que no estén destinadas a uso residencial, algo que tendría todavía más relevancia en Baleares, donde catorce municipios de Mallorca ya tienen más inmuebles vacíos o de usos secundarios que principales.
«Estamos hablando de un problema europeo, el problema de la imposibilidad de acceder a una vivienda por parte de los jóvenes y no tan jóvenes, y es algo que comparten un español, un italiano, un francés o un alemán», dijo el jefe del Ejecutivo español, que también trata de convencer al resto de estados con la misma problemática.
Se trata de una medida que tendría especial relevancia para las Islas, donde la emergencia habitacional se ha visto recrudecida por la proliferación de alquileres turísticos, la compra de segundas residencias por parte de extranjeros, la mayoría europeos, y la explosión demográfica de los últimos años como consecuencia de un mercado laboral que demanda miles de puestos de trabajo, la gran mayoría muy precarios.
Todo es culpa del turismo.