La Conselleria de Famílies, Benestar Social i Atenció a la Dependència ha adjudicado a la Cruz Roja la gestión de las tarjetas monedero para el periodo de 2025 a 2028, con una dotación de 12,7 millones de euros. Así, se acaba con una situación de bloqueo que comenzó en enero de este año, cuando la gestión de este servicio pasó de ser estatal a autonómica; sin permitir a las comunidades un tiempo de adaptación.
Este programa, financiado con el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), era hasta el 31 de diciembre de 2024 competencia del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2025 pasó a ser responsabilidad de las autonomías, que no tuvieron margen de maniobra. El resultado en las Islas: 1.179 personas beneficiarias pendientes de percibir esta ayuda alimentaria, según datos de la Conselleria.
Según explica la directora general de Benestar Social, Marina Fiscaletti, los que «no han tenido las tarjetas, no han estado desatendidos», pues se han facilitado «otras ayudas» para paliar las consecuencias de un traspaso del Ministerio a las comunidades «caótico». Defiende que «no ha sido fácil» sacar adelante esta convocatoria después de la fallida el pasado junio, ya que la anterior no tenía carácter plurianual. Además, la ayuda requiere que la entidad que la gestione este implantada en toda la comunidad, una dificultad añadida en Baleares por la insularidad.
Las personas que solicitaron la prestación en 2024 tendrán que renovar sus tarjetas, mientras que las que lo hayan hecho éste necesitarán una nueva. La ayuda se activará «en semanas», pues queda que Cruz Roja licite la adjudicación para los supermercados donde se podrán usar las tarjetas.