El vicepresidente y conseller de Hacienda, Antoni Costa, volverá a sentarse la próxima semana con PSIB y Vox para un «último intento» de salvar el techo de gasto que se votará el 2 de diciembre. El Govern sabe que hoy por hoy no tiene apoyos, por lo que lo más probable es que pierda la votación, pero reconoce que no podían «eternizar las negociaciones».
Costa reclamó a sus interlocutores que además del techo de gasto estén dispuestos a hablar del paso posterior, los presupuestos. El PSIB se ha abierto a facilitar el primer trámite pero reconocen que el segundo es más complicado. A pesar de esa diferencia aparentemente irreconciliable el Govern se volverá a ver con los representantes del PSIB porque, aunque difícil, sí considera «plausible» un acuerdo presupuestario: «Si no, ya nos habríamos levantado de la mesa».
Por otro lado, tras el revuelo que levantó el amago electoral de la presidenta Marga Prohens el pasado martes, Costa presumido de fortaleza en caso de unas elecciones anticipadas. Las encuestas les indican que «el PP roza la mayoría absoluta» y que «el centroderecha está más cerca de los 40 diputados que de los 34 actuales», «de lo que se deduce que la izquierda está peor que nunca electoralmente».
Con su comentario, «la presidenta constató una realidad», ha apostillado Costa. En cualquier caso, el que también es portavoz del Govern aclaraba que «la constatación de esta evidencia en concreto no justifica convocar elecciones», ya que «sería oportunismo político».