«Ni una disculpa, ni un cómo estáis, ni un 'me sap greu' por parte de los responsables», comenta con indignación y tristeza uno de los cazadores afectados por la muerte de 27 perros en el interior de la bodega de un ferry tras un viaje de seis horas desde Barcelona a Mallorca. A pesar de los 25 días que han pasado desde la fatídica jornada de 'Tots Sants', el pasado 1 de noviembre, los dueños de los animales fallecidos no levantan cabeza. La pérdida de sus mascotas, las críticas tras lo ocurrido, el comportamiento de la empresa; la combinación de todos los elementos les ha mantenido bloqueados durante este tiempo, aunque mantienen las ganas de que «se haga justicia».
Precisamente por eso, han realizado las gestiones necesarias para la preparación de una denuncia colectiva que llevará el bufete Siquier, representados por la letrada Tania Siquier: «Se trata de un caso muy duro y queremos ser prudentes y metódicos. Los cazadores continúan muy afectados. Les hemos acompañado en la ratificación de su denuncia de los hechos y esperamos que finalice la investigación del Seprona para continuar con el proceso de instrucción», explica la abogada.
El grupo de cazadores afectado se ha unido para interponer la demanda correspondiente y en base a las declaraciones que los dueños de los canes ofrecieron a la Guardia Civil, apuntan directamente a la empresa de transporte de animales que se encargó de los trayectos, WeTravelHome, como la responsable de una presunta negligencia que causó la muerte de los perros.
Estos perros eran domésticos, mascotas, muy queridos para sus dueños
Cuentan con el amparo de la Federació Balear de Caça que se personará como acusación particular en el caso, al igual que los propietarios afectados. El juzgado de instrucción se ha designado en Palma y una vez reciba los informes de los investigadores y el resultado de la necropsia, citará a los implicados a la instrucción y calificará los hechos si presume algún delito.
«En primer lugar, en base a la Ley de Protección Animal, habrá que evaluar si se ha cometido una negligencia y el tipo de la misma; puede derivar en un dolo eventual, es decir, aunque no fuera una muerte intencionada, pudo haber acciones que, sabiendo podían perjudicar a los animales, se llevaron a cabo de igual forma. Estos perros eran domésticos, mascotas, muy queridos para sus dueños más allá de que tuvieran funciones de caza. La mayoría vivían con sus propietarios como un miembro más de la familia», argumenta la abogada.
No queremos que esta desgracia se repita para ningún otro animal
Según ha podido saber Ultima Hora, las necropsias de los siete animales que esperan sin vida en el congelador de la Fundació Natura Parc aún no se han realizado; algo que ha sorprendido a los afectados. Fuentes cercanas a la Guardia Civil, afirman que se están realizando las diligencias correspondientes, tomando manifestaciones de los implicados y esperando documentación importante que se enviará desde Barcelona. Una vez se tengan todos los datos, se practicarán los exámenes forenses; aunque los primeros análisis apuntaron directamente a la asfixia.
«Vamos a denunciar estos hechos porque queremos que se haga justicia, el daño es irreparable porque nuestros perros no volverán nunca pero no queremos que esta desgracia se repita para ningún otro animal», explica Felip, dueño de dos de los perros fallecidos. «Son irremplazables, tenían toda la vida por delante», añade con profunda tristeza.
En base a las declaraciones de los perjudicados, en cuanto atracaron en el puerto de Palma, recibieron una llamada. Alguien les dijo «los perros están muertos». Al llegar al lugar, encontraron al responsable del traslado con la puerta de la furgoneta cerrada. En el interior, todavía había algunos animales vivos. Sacaron a los perros que aún respiraban de sus cubículos y según explican, tenían una desmesurada sed; por lo que creen que no se les atendió en condiciones durante el trayecto de seis horas que pasaron en el ferry.
La empresa señalada, por su parte, aseguró que, al no poder estar en la bodega con los animales, se hicieron varios viajes de comprobación de su estado durante la navegación, algo que no cuadra a los cazadores porque los animales perdieron la vida progresivamente y si alguien hubiera bajado a verles, habría podido darse cuenta de si el vehículo estaba cerrado o correctamente refrigerado. Asimismo, se analizará si el lugar de la bodega en la que viajaban en la naviera, era el adecuado para su supervivencia.
«Los cazadores mantienen que confiaron el cuidado de sus perros a la empresa», dice Tania Siquier, «si por ejemplo, no se les hubiera dado agua o los cuidados necesarios, no se trata de que busques matar al animal pero sí se muestra un desprecio por su vida. Si hubo desatención, la imprudencia se convierte en un dolo eventual. La negligencia es, sencillamente, un tipo de imprudencia, ligado a una temeridad profesional», finaliza la letrada.
Para empezar, una treintena de perros en un camión no lo veo bien. No parecía muy grande el camión en la foto .. lo lógico hubiera sido que los pusieran en un camión, sí, pero en jaulas grandes. Más que nada para evitar que un perro se puede pelear con otro y crear una sangría Dicho esto es obvio que si el transportista bajó, muy mucho no miró dentro, porque hubiese visto el deterioro de los animales El otro día alguien dijo algo sobre "mala combustión". Eso sería aceptable si el camión o algún coche estuviera en marcha, cosas que está prohibido totalmente en bodega O sea, sin ser muy lista: quedaron sin ventilación y se asfixiaron (además de que en bodega hace un calor terrible). Pobres perros. Que pague la empresa o, al menos, el trabajador responsable