El periodo que va del Black Friday a las semanas navideñas ya no es un simple preludio de las fiestas. Para miles de hogares de las Islas Baleares, se ha convertido en una auténtica carrera de fondo económica que concentra una parte significativa del gasto anual.
Los datos recogidos por Impulsa Balears a partir de operaciones con tarjetas bancarias de este año confirman esta presión creciente: el gasto en alimentación, tradicionalmente estable, experimenta un incremento intermensual del 8,5% de media, un salto que anticipa la intensificación del consumo doméstico característica de estas fechas.
Este aumento no solo refleja el aprovisionamiento clásico de productos para las celebraciones. Apunta a un nuevo hábito cada vez más extendido: adelantar compras y congelar o almacenar alimentos para evitar subidas de precio a medida que se acerca la Navidad. Los hogares ya no solo compran más; compran antes.
Según Antoni Riera, director técnico de Impulsa Balears «Cuando los hogares prevén subidas de precio en fechas señaladas, tienden a adelantar compras no perecederas o fácilmente congelables para blindar su presupuesto. Además no podemos olvidar que la rubrica de inflación acumula un encarecimiento considerable este año y la expectativa de tensión en precios durante diciembre favorecen este comportamiento».
El Black Friday, que años atrás se veía como una moda importada, es hoy un elemento estructural del calendario de consumo balear. Su huella digital es especialmente significativa, según los datos de Impulsa Balears: el peso del comercio electrónico sobre el gasto total alcanza durante estos días el 32,5%, su máximo anual. La media habitual, situada en torno al 29%, queda claramente superada por una combinación de factores que se refuerzan entre sí, según Riera: «por un lado, ofertas agresivas en un momento de tensiones inflacionistas. Con los alimentos y otros bienes presionados por subidas de precios, los consumidores buscan ventanas de ahorro más visibles y las promociones del Black Friday se convierten en un refugio temporal ante la inflación. Por otra, las fórmulas de pago aplazado reducen el coste percibido de comprar en un contexto de precios al alza y las entregas rápidas, con facilidad de devolución y disponibilidad en stock, atraen a un consumidor que cada año está más digitalizado. No es casual que los marketplaces concentren ya el cerca del 30% del gasto total y sean la puerta de entrada para 3 de cada 10 compradores».
Este repunte del comercio electrónico no es exclusivo de un grupo concreto de población. Todos los tramos de edad entre 16 y 64 años responden de forma similar, confirmando una normalización transversal de las compras en línea. «La campaña del Black Friday concentra el 25% del e-commerce anual y ya forma parte estable del calendario de consumo balear junto el Cyber Monday», asegura Riera
Todo ello dibuja un escenario en el que las familias baleares se mueven entre la oportunidad y la cautela. El calendario promocional se adelanta varias semanas respecto a años anteriores, y muchos hogares aprovechan noviembre para realizar las grandes compras navideñas, desde tecnología hasta juguetes, pasando por artículos para el hogar. No obstante, asociaciones de consumo recuerdan que esta concentración de gastos puede tensionar los presupuestos familiares más frágiles, especialmente cuando se recurre a sistemas de pago aplazado.
Diciembre, históricamente el mes de mayor gasto en las islas, recibe así a un consumidor más activo, que llega con una parte importante del presupuesto ya comprometido. Pero esto no reduce necesariamente el volumen total del consumo: en muchos casos, simplemente se desplaza hacia etapas previas.
Lo que sí cambia, según los analistas, es la percepción ciudadana. Los hogares de Baleares son cada vez más conscientes del peso que tiene este periodo en sus finanzas anuales y buscan fórmulas para afrontarlo, según el director técnico de Impulsa Balears. «El gasto medio se estima en cerca de 230 euros por persona solo durante el Black Friday, lo que no es poco dinero para las finanzas del hogar, sobre todo en regiones como Balears donde el coste de la vida es más alto que la media española. Los hogares están adoptando distintas tácticas: planificación, comparadores y alertas de precios están a la orden del día. El consumidor cada vez compara más, cambia más fácilmente de marca y aprovecha más las ventanas de descuento».
... este tipo de artículos periodísticos parecen estar pensados más para incentivar sibilinamente el consumo que dicen denunciar, que prevenir a la gente sobre el gasto que supuestamente TENEMOS QUE HACER... pues no, yo no formo parte de esta estadística, mi periodo de más gasto será en verano cuando pagas los impuestos y tasas, o cuando me voy de viaje en una escapada, o cuando no hay más remedio que recurrir a un profesional para una emergencia... hacer las cosas porque sí, porque lo hace supuestamente todo el mundo o porque es una tradición que no te cuestionas, es un poco de paletos...