Cientos de autonómos se echan a la calle en Palma para protestar por su situación

Cientos de personas han tomado este domingo, 30 de noviembre. el centro de Palma en una masiva protesta convocada por el colectivo de autónomos, que por primera vez han salido a la calle para denunciar lo que consideran el abandono del Gobierno. La manifestación estaba convocada por la denominada Plataforma por la Dignidad de los Autónomos, un ente que pretende ser independiente de partidos políticos. «Esto no se trata ni de izquierdas ni de derechas, sino de futuro», aseguran los organizadores en la convocatoria. No se han sumado las asociaciones que representan a los autónomos, como ATA.

Los cientos de manifestantes han coreado lemas contra Pedro Sánchez, a quien se ha calificado de «hijo de puta». Se han escuchados gritos de «Libertad, libertad, libertad» y algunos de los lemas coreados han sido «No hay pan para tanto chorizo» o «Nuestro dinero no es para putas». Los manifestantes han realizado un amplio recorrido por las calles de Palma desde sa Feixina hasta la plaza de Cort, pasando por las calles Jaime III, Unió, Riera, la Rambla, Oms, Sant Miquel, Plaça Major y Colom.

Muchos de quienes protestaban han acudido de negro como símbolo de los negocios que cierran, y algunos portaban un guante rojo, que pretendía mostrar la «sangría económica» que sufre este colectivo. Muchos de ellos también han acudido a la concentración con silbatos, que han hecho servir durante todo el recorrido para sorpresa de los ciudadanos que hoy aprovechaban que es domingo de apertura comercial por lo que había más gente de lo habitual paseando por Palma.

En la convocatoria, que también se ha realizado en otras ciudades de España, se reclamaban unas condiciones de trabajo dignas. En el manifiesto leído al final de la marcha se ha denunciado el pago de cuotas sociales abusivas y se han reclamado los mismos derechos que el resto de trabajadores en cuanto a los bajas laborales, ya que los autónomos están penalizados. En el manifiesto han insistido en la «asfixia» económica a las que les somete el Gobierno y han asegurado que los autónomos se han convertido en recaudadores del Estado.