Baleares gana población, pero pierde ciudadanos de la Península. El altísimo nivel de vida de las Islas expulsa progresivamente a los ciudadanos de otras comunidades autónomas con un goteo de migración hacia el continente desde la pandemia. Según los datos de población publicados por el Instituto Nacional de Estadística, las Islas tienen 5.752 habitantes menos de otras comunidades autónomas que hace cuatro año.
Los datos del Censo de Población publicados este martes señalan que en las islas vivían el 1 de enero un total de 1.249.844 personas de las que 247.398 habían nacido en otra comunidad autónoma y 358.505 lo habían hecho en algún país extranjero. En Baleares habían nacido 643.941, lo que representa apenas el 51,5 % de la población del archipiélago. El dato de peninsulares residentes en las Islas representa un descenso de casi 6.000 personas desde la pandemia.
En estos cuatro años que han pasado desde el estallido de la COVID, un dato que llama la atención es esta pérdida de población peninsular, una constante en casi todas las provincias y hay pocas que aporten nuevos residentes. El saldo sigue siendo positivo con provincias catalanas y con Madrid, pero la pérdida de población peninsular es especialmente significativa en las provincias andaluzas y castellanas. Baleares pierde población de todas ellas en apenas cuatro años. De hecho, solo hay 12 provincias de las 52 en las que el saldo es positivo y en 2025 viven más residentes que en 2021. Son Alicante, Barcelona, Castellón, Girona, Guipúzcoa, Lleida, La Rioja, Madrid, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Tarragona y Barcelona.
Ese éxodo limitado pero constante contrasta con el elevado volumen de llegada de población extranjera. Baleares ha perdido casi 6.000 peninsulares en cuatro años, pero ha ganado 65.936 ciudadanos procedentes de otro país, con un aumento exponencial de ciudadanos de Colombia, Ecuador, Bolivia o Venezuela, además de una migración constante de marroquíes.
El resultado es que la población extranjera que reside en Baleares ya ha superado ampliamente a la que ha nacido en la Península. Los extranjeros representan el 28,7 % del total y los nacidos en otra comunidad son el 19,7 % de los residentes totales en Baleares, mientras que los nacidos en las islas apenas llegan al 51,5 %. Este porcentaje ha caída de manera sensible en cuatro años porque en 2021 la población autóctona era el 53,9 % del total. Si se mantiene la tendencia, en cuatro años la población nacida en Baleares será minoritaria.
Formentera es la isla con un menor porcentaje de ciudadanos autóctonos y solo representan el 36,6 % del total y el porcentaje de extranjeros se le acerca y ya son el 35,6 % de la población total. En Eivissa, el 37,8 % de la población ha nacido en Baleares y el 34,7 % en el extranjero. En Mallorca, la población balear es del 53,6 % del total, con un 28,4 % de extranjeros, y Menorca es la isla menos mestiza: el 55 % de los residentes ha nacido en Balears.
Detrás de esta pérdida de población de otras comunidades autónomas está el alto nivel de vida de las islas, que convierte hace que sean un territorio prohibitivo, especialmente en materia de vivienda, Muchos peninsulares han comenzado un proceso de vuelta a sus comunidades de origen y una gran parte de personas que han vivido y trabajado toda su vida en la isla optan por volver a la Península tras la jubilación donde el nivel de vida, y sobre todo la vivienda, es mucho más accesible.
Nadie va a arreglar nada y los políticos menos. Millonarios nórdicos, alemanes y fondos americanos arrasan con todo, es lo que hay. Más gente durmiendo en la calle, caravana o su coche particular, así va a terminar esto. Es mejor vender el piso y largarse de una isla carísima .