Baleares financiará el 60 % de su deuda en los mercados a partir de 2026 y prevé desconectarse plenamente de los mecanismos de financiación del Estado en 2028. La economía balear encara una nueva etapa en su estrategia de endeudamiento. La Vicepresidencia Primera y Conselleria de Economía, Hacienda e Innovación ha presentado este jueves el Plan Plurianual de Endeudamiento (PPE) 2026–2028, el documento que marcará la hoja de ruta financiera del Govern durante los próximos tres ejercicios y que se activa tras la entrada de la Comunidad en el compartimento Facilidad Financiera del Fondo de Financiación estatal de comunidades autónomas, aprobada el 28 de julio.
El movimiento supone, en la práctica, dejar atrás la dependencia de los mecanismos extraordinarios del Estado como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que Balears ha utilizado durante más de una década. La nueva situación abre la puerta a volver a los mercados en condiciones competitivas, con mayor autonomía y capacidad para gestionar el coste de la deuda.
El Govern ha logrado reducir más de 500 millones de euros de deuda desde 2021, un giro de tendencia que el ejecutivo interpreta como la base del cambio de ciclo financiero. Un logro que el vicepresidente primero y conseller de Economía, Antoni Costa, insistió en compartir con el anterior Govern progresista «hizo una buena gestión económica en la anterior legislatura»
El ajuste ha tenido reflejo directo en los indicadores de sostenibilidad. A cierre de 2024, la ratio deuda/PIB ha descendido hasta el 18,8%, el mejor dato desde 2012 y por debajo del límite (19,5%) exigido para acceder a la Facilidad Financiera. En solo tres años, Balears ha recortado seis puntos porcentuales y se sitúa entre las comunidades con una evolución más favorable de su endeudamiento. Las previsiones para 2025 rebajan la ratio por debajo del 18%, mientras que la Airef proyecta un posible 14,2% en 2029.
Además del umbral de deuda, Balears cumple el resto de requisitos exigidos por Facilidad Financiera: calificación crediticia en grado de inversión (A-, perspectiva positiva), equilibrio o superávit presupuestario y un periodo medio de pago dentro de los márgenes legales.
«El resultado de estos tres años es indiscutible: hemos reducido más de 500 millones y situamos la ratio en su mejor nivel en más de una década», subrayó la directora general del Tesoro, Susana Pérez, para quien el acceso al nuevo compartimento supone «un reconocimiento al trabajo realizado» y el inicio de «una autonomía financiera real y sostenible».
«La situación de liquidez de la comunidad es muy buena y salimos a los mercados porque hemos hechos los deberes. No nos hace falta la condonación de la deuda para hacerlo», señaló Costa.
Estrategia de retorno a los mercados
El Plan Plurianual de Endeudamiento plantea un regreso progresivo a la financiación de mercado, combinada con el apoyo de la Facilidad Financiera durante la fase de transición. La prioridad: abaratar intereses y seguir reduciendo deuda.
Para 2026, el Govern prevé un endeudamiento total de 827,05 millones, de los que el 60% se obtendrán vía Facilidad Financiera (493,7 millones) y el 40% en los mercados (333,3 millones). El peso de la financiación externa aumentará hasta el 73 % en 2027 y alcanzará el 100% en 2028, año en el que el volumen previsto se eleva a 1.164,2 millones, un indicador de «plena normalización», según Costa.
El vicepresidente primero destacó que Balears «vuelve a los mercados en posición de fuerza». «La Comunidad paga menos intereses y puede dedicar más recursos a lo que importa: reforzar los servicios públicos y generar oportunidades», afirmó.
Los préstamos que se formalicen mediante la Facilidad Financiera en 2026 cubrirán los vencimientos del primer y tercer trimestre. Tendrán un plazo de 12 años, con cuatro años de carencia y un interés prácticamente equivalente al del Tesoro (Tesoro +0,05%), una de las condiciones más ventajosas del mercado.
En paralelo, el Govern prevé que la financiación bancaria y de mercado pueda cerrarse a tipos muy próximos a los del Tesoro, e incluso con diferenciales positivos para la Comunidad en el caso de que se mantengan las actuales condiciones. Esto permitiría un ahorro relevante en intereses y contribuiría a aliviar la carga financiera a medio plazo.