No todos los días se tiene el lujo de charlar con una subcampeona de España de cross. En su categoría, F-60, vale, pero apuesto a que pocos de los que frecuentan estas líneas pueden alardear de esto. María Pilar Olmo Vaamonde puede, pero no lo hace porque la modestia la frena. «Pero, ¿por qué me vas a entrevistar a mí si hay muchos que lo merecen más?». Quizás, porque empezó a correr a los 42 después de dejar de fumar y 20 años después ahí sigue. Ella no le da demasiado valor a los títulos que ostenta, como campeona de España de cross y de maratón en 2013 porque «las campeonas son mis nietas». Orgullo de abuela.
¿Cómo empezó a correr?
— A los 42 años dejé de fumar y tenía que hacer algo porque la ansiedad me comía. Empecé a salir a caminar y poco a poco lo intercalé con la carrera. No dependía de nadie y me gustó.
¿Qué significa correr?
— A parte de ser un hábito muy saludable, me encanta la sensación de libertad, de poder encontrarte contigo mismo, de hablarte, conocerte... Es muy diferente y me encanta.
20 años corriendo dan para mucho. ¿Qué ha cambiado?
— Yo sigo más o menos igual. No soy muy de ir a la moda, aunque es cierto que tengo unas bambas un poco más buenas porque las gasto mucho. Soy una 'runner' muy normalita, llevo ropa que me gusta y que me dura mucho.
Pero alrededor ha cambiado...
— Que si las bambas, las camisetas térmicas, el GPS... Yo no llevo nada de todo esto, ni reloj (Sonríe). Corro por sensaciones.
Ha habido un gran boom.
— Es impresionante. En mi caso, antes éramos dos o tres mujeres corriendo y ahora alucino. Me hace muy feliz. Si a la gente le ha dado por correr, que corran, es bueno. Lo mejor de este deporte es que lo puedes practicar cuando te viene bien, a cualquier hora, y te da esa sensación que a veces necesitas de estar libre, de descargar la mente... Cada uno lo percibe a su manera.
Lo que empezó para dejar de fumar le llevó a ser campeona de España.
— La afición cogió fuerza porque además es una excusa muy buena para viajar porque vamos a una carrera mi marido y yo, estamos cuatro días y así conocemos los lugares. La primera vez que fui a un campeonato de España fue en Coruña, en mi tierra, y así podía ver a la familia. Allí vi que me gustaba mucho. En 2013 me proclamé campeona de España de maratón y de cross.
¿Cuáles son las pruebas que más le atraen?
— Elijo los campeonatos de España de cross porque hay muchos corredores veteranos y no te sientes tan aislado. Salimos más pronto y no tenemos a tanta gente observando. Luego compiten las demás categorías y es una maravilla. También he estado en campeonatos de España de maratones y de medio maratones, sobre todo pruebas de fondo porque no hago ningún entrenamiento específico.
Precisamente, ¿cómo entrena?
— De lunes a viernes hago 12 kilómetros cada día y cuando voy a ir a una media maratón, un día hago 18. No hago series ni nada específico, en mi ruta ya tengo cuestas para subir y bajar. Pertenezco al Cecome Sant Lluís pero no tengo un entrenador, voy por libre, si fuese una mujer joven sí que estaría dispuesta a hacer los sacrificios. En casa me dan algunas pautas pero voy a lo mío.
Cuando cambia el ritmo de correr sola por la competición, ¿cómo lo vive?
— Una semana antes lo paso mal, me pongo nerviosa y no sé por qué. Me salen las dudas, una vez allí ves a la gente y quieres esforzarte más. A veces pienso que tengo que llegar a la meta cuanto antes y otros días pienso en el que le gustaría poder correr y no lo puede hacer... Se me pasan muchas cosas por la cabeza.
¿Qué se siente cuando le dicen que es la nueva subcampeona de España de cross de su categoría?
— No te sabría decir... Hay tantos corredores que lo merecen como yo. Me hace ilusión, sí, pero sobre todo cuando se lo cuento a mis nietas y son felices. Me dicen «yaya, ¿qué te han dado?». Son unas campeonas de verdad.