Más de 1.400 participantes, récord absoluto en la historia del deporte insular, concentró la II Cursa del Toro, celebrada este sábado en el pico mercadalenc a beneficio de Ahuce, asociación que lucha contra la Osteogénesis Imperfecta (O.I.), enfermedad que padece la niña menorquina Martina Gomila Riva –auténtica motivadora de la prueba–, Aspanob (asociación que batalla al cáncer infantil), Fundame (contra la atrofia muscular espinal) y Aemim (contra la esclerosis múltiple).
El evento, que al igual que un año atrás careció de crono y clasificaciones, se desarrolló sin incidente ni accidente alguno, aunque no ajeno al fuerte calor que este sábado mperó en la latitud insular.
Los organizadores estiman que la recaudación, que se repartirá equitativamente entre las cuatro beneficiarias, superó los 20.000 euros. El corredor Raül Riudavets, uno de los promotores de la Cursa, destacó de la misma que fue «una auténtica fiesta», y se congratuló por su perfecto desarrollo, agradeciendo la labor de «Protección Civil, voluntarios y toda la gente que ha colaborado, además participantes por supuesto».
En una línea similar se manejó Eva Riva, madre de Martina y también organizadora de la prueba, «muy contenta» por la respuesta, un año más, de «la población menorquina». Y es que la Cursa del Toro, en apenas dos ediciones, ya se ha convertido en un clásico del verano local, además de en una exuberante exposición colectiva de solidaridad.