Puede que la derrota del pasado domingo en el Palau Blaugrana tirara por los suelos las ilusiones de más de un socio, aficionado o madridista, que no esperaba caer por 40 puntos (84-44) ante el actual campeón de Europa. Pero dejando a un lado este detalle, la realidad del Menorca pasa por que su rendimiento a nivel individual resta muy diferente al conjunto. Sin que todavía haya surgido una figura líder en el aspecto estadístico como fueron Chris Moss, Mario Stojic o Pooh Jeter, en otras temporadas, pasadas cinco jornadas en el regreso a la ACB ya se pueden extraer las primeras conclusiones. Caio Torres se está adaptando brillantemente a la competición, Jakim Donaldson comienza a arrancar y Diego Ciorciari ha sumado a su gran capacidad para dirigir el equipo determinación para anotar.
Tras recibir el pasado fin de semana la derrota más abultada de la etapa ACB, el Menorca Bàsquet regresa este domingo a su particular Liga al recibir al Granada, un conjunto que acaba de sumar su primera victoria. La buena sintonía que ha reinado hasta ahora en el equipo ha permitido sumar dos victorias, una lejos del Pavelló, con un rendimiento mejor como bloque que a nivel individual.
La mayoría de los jugadores de Paco Olmos aprueban en este inicio de campeonato, aunque otros, por el contrario, deben mejorar en todos los aspectos, como es el caso de Radenovic, espectacular en el Memorial ante el DKV, y muy por debajo de las expectativas hasta el momento. Otro del que se espera más es Limonad. El jugador hebreo parecía llamado a ser la referencia en el tiro exterior pero debe aparecer más, ya que apenas ha lanzado en nueve ocasiones desde 6,75 metros.
Por otro lado, las sorpresas más agradables las protagonizan Caio Torres y Diego Ciorciari. El pívot ha estado muy bien en los cuatro primeros partidos, mientras que el base argentino además de marcar el ritmo del juego tiene una participación sustancial en el marcador, con 10 puntos de media.
Jugadores como Víctor o Donaldson, todavía están creciendo, aunque sus registros ya empiezan a ilusionar, mientras que la falta de minutos lastra a hombres como el capitán Urko Otegui o el alero Diego Sánchez.