Disponer de un segundo base con experiencia, más curtido en la Liga que el talentoso pero joven Micki Servera, se ha convertido en una cuestión de capital importancia para el Menorca Bàsquet a la vista del desarrollo de la competición.
El excelente trabajo que sigue la modesta plantilla entrenada por Paco Olmos se ha visto mermado en momentos puntuales por esta carencia que se une a las mínimas prestaciones que ofrecen los jugadores exteriores en el perímetro, tal y como sucedió el pasado domingo frente al Power Electronics Valencia. No es extraño, por tanto, que el Menorca Bàsquet sea el peor equipo de la Liga en lanzamientos de dos y tres puntos, y también en el reparto de asistencias, precisamente una de las cualidades que definen a los bases.
El grupo de Paco Olmos convierte sólo un 28,57% de triples (46 de 161) y un 45,19% en tiros de dos puntos (221 de 489). El Caja Laboral es el líder de la Liga en triples con un 41,08 % de acierto y también en canastas de dos puntos con un 57,91%. En cuanto a las asistencias, el Menorca presenta una media de 9,82 por encuentro frente a las 16,45 también del Caja Laboral.
Tanto el técnico, quien ya dijo la pasada semana en este diario que la plantilla se había confeccionado con sólo 10 fichas en previsión de tener que reforzarla, como los ejecutivos del club son perfectamente conscientes de esta doble carencia y otean el mercado en busca de alguna oportunidad que permita cubrirlas. Olmos cuida en la medida de lo posible la progresión de Micki Servera, pero ya se está inclinando por los escoltas Raviv Limonad y Rafa Huertas cuando tiene que dar descanso a Diego Ciorciari. El hebreo y el andaluz cumplen pero no son la solución para la dirección del juego. La dependencia exclusiva de Diego Ciorciari, cuya temporada hasta la fecha es absolutamente sensacional, es harto peligrosa. El esfuerzo físico del base argentino en cada partido puede acabar pasándole factura en la segunda vuelta.
Aplicar una o dos soluciones, o sea, uno o dos fichajes, sería el tratamiento ideal para obtener un mayor rendimiento al esfuerzo del plantel. Sin embargo, contratar a dos jugadores se antoja una tarea prácticamente imposible en función de las posibilidades económicas de la entidad que preside Benito Reynés. El fichaje del base, no obstante, será cuestión de tiempo porque la necesidad urge y todos en Bintaufa tienen en cuenta la enorme dificultad que presenta el calendario de la segunda vuelta del campeonato que es cuando se decidirán los equipos que toman el camino del descenso a la LEB Oro.