Es el de esta tarde (20.45 horas) mucho más que un partido, especialmente si el Menorca Bàsquet lo salda en negativo. Juega el grupo de Berrocal en una cancha que le es hostil, la del Breogán de Lugo, por los desencuentros habidos en las últimas temporadas con el trasiego de jugadores del cuadro gallego al mahonés -Umeh, Arteaga, a quien hoy esperan de uñas...- o la polémica del último play off de hace dos años entre ambos clubes.
Le tienen ganas al Menorca, es un hecho indiscutible, porque además en aquella eliminatoria de hace dos campañas, su equipo quedó fuera a manos de los Ciorciari, Victor y compañía.
El Menorca, por tanto, se juega algo más que un partido hoy. Precisa ganar al equipo de Pepe Rodríguez, con lo que recuperaría el factor cancha y quedaría a una sola victoria del pase a semifinales. Si no es así el Breogán dispondría de su gran oportundidad el domingo para dejar al Menorca fuera de la competición.
Y dada la situación institucional del club que preside Benito Reynés, está claro que precisa prolongar su presencia en estos play offs y continuar en la búsqueda de su tercer ascenso a la Liga ACB.
La victoria del pasado domingo en Maó enseñó el camino al equipo menorquinista. Frente a un rival plagado de jugadores de color, el Menorca supo tensar el juego y poner un nivel físico desde el pitido inicial que sorprendió a los breoganistas.
El Menorca hizo tres cosas perfectas: secó a Feldeine, la principal arma ofensiva del rival, defendió con una intensidad y regularidad pocas veces exhibidas durante el campeonato regular, y acaparó por completo la lucha por el rebote capturando 52 rechaces, 26 de ellos en ataque.
Será difícil que el partido de hoy transcurra por esos mismos derroteros. En todo caso el Menorca debe mantener su trabajo defensivo y acentuar su fortaleza interior que es superior a la del Breogán, sobre todo si Coppenrath repite su última actuación, con el auxilio de Matalí. Y, claro, que vuelva a aparecer una de las estrellas de este plantel, David Navarro.