El Real Madrid revalidó el título de Supercopa Endesa con un holgado y cómodo triunfo ante el Barcelona por 99-78 en la final disputada en el Buesa Arena de Vitoria. El base mahonés, Sergio Llull, Sergio Llull fue el baluarte del triunfo, con 21 puntos y nombrado además mejor jugador del trofeo de la Supercopa.
Los de Pablo Laso encadenan su tercer trofeo seguido, desde el año 2012, y repiten victoria y escenario como hace doce meses cuando también vencieron en el pabellón vitoriano ante el mismo rival.
Sólo tuvo color blanco el partido porque el Real Madrid siempre fue por delante. El Real Madrid apostó por la envergadura de Ayón y Mejri en el quintento inicial para equiparar la fortaleza interior del Barcelona.
Sin embargo el desequilibrio llegó con desde el exterior. Sergio Llull prorrogó su estado de gracia de la semifinal. El balear logró 15 de los primeros 22 puntos de su equipo, mientras el Barcelona solo tuvo a Tomic como referencia en los primeros ocho minutos, 22-12.
Con un juego alegre de los de Pablo Laso se llegó al final del primer acto casi doblando a los de Xavi Pascual, 29-14.
La salida de la cancha de Llull secó la producción ofensiva de los blancos pero encontraron la vía interior. Los puntos de Bourossis, Ayón más la ayuda de un triple de Campazzo y un canasta acrobática del recuperado Sergio Llull sobre la bocina permitieron una cómoda renta al intermedio, 49-39.
En la reanudación volvió a aparecer el juego electrizante y meteórico del Real Madrid con una aportación coral de Sergio Rodríguez al timón y los sempiternos Llull y Rudy Fernández.
Se obcecó y atascó el Barcelona con los intentos desde la larga distancia, pero no era su día. Así los de Pablo Laso se despegaron con una máxima renta de 16 puntos, 69-53 en el minuto 27. No encontró la manera de recortar esa distancia el equipo catalán que afrontó el cuarto final con doce puntos de desventaja, 71-59 y bajó los brazos demasiado pronto.