El CCE Sant Lluís entiende el malestar de alguno de los clubes que integran el grupo balear de la Liga EBA por la escasa seriedad del campeonato tras la sucesión de partidos aplazados o las grandes diferencias entre los equipos, tal y como expresaba ayer en «Es Diari» el presidente del CB Es Castell, Tomeu Vanrell.
Rosendo Pons, máximo mandatario del club sanluisense, único menorquín que había ganado el derecho deportivo a jugar en esta categoría, explicó ayer que «comprendemos el malestar de Es Castell y cualquier otro club que se sienta perjudicado porque no es normal que se aplacen tantos partidos por errores propios y nosotros asumimos el nuestro de esta pasada semana en la tramitación de los billetes; tanto nosotros como el presidente de la Balear, Jaume Estarellas, intentamos resolverlo pero no fue posible y agradecemos las gestiones que hizo».
Sin embargo Pons sí quiere matizar que «ni nosotros ni el Andratx pedimos esta Liga, nos la dieron cuando lo que solicitamos siempre fue entrar en el grupo catalán, y si no era posible, en el valenciano, pero la Federació creo esta alternativa porque no había otra al no poder entrar en aquellos grupos». Admite Pons que «evidentemente necesitábamos competir para poder afrontar la siguiente fase y tuvimos que agarrarnos a esta Liga, pero no era nuestro objetivo como estuvimos diciendo durante todo el verano, y ahí está la hemeroteca para corroborarlo».
El dirigente del Sant Lluís recuerda, además, que «ahora nosotros somos un club como cualquier otro de esta categoría balear, hemos pagado la misma inscripción, queremos jugar los mismos partidos y también queremos que sea una competición seria, por supuesto».
El partido suspendido el pasado fin de semana ya no se jugará pero sí el de la segunda jornada ante el Bàsquet Inca que está fijado para el 11 de enero.