En el seno del Sant Lluís asumen como un duro contratiempo la decisión de Pitu Jiménez y de Isma Seguí de abandonar el proyecto y marchar al Pinta B Es Castell, pero el impacto de la coyuntura –de considerable envergadura en el caso del base madrileño– no va más allá de eso, según el presidente del club, Rosendo Pons, que tampoco lo advierte como un inconveniente trascendental para confeccionar el equipo. «Son dos bajas que lamentamos, pero seguimos trabajando para formar el mejor equipo posible», anota el dirigente lluïser.
Ante todo, Pons se deshace en elogios hacia Pitu Jiménez, «un gran jugador que siempre tendrá las puertas abiertas del club, y una gran persona. Nos ha aportado mucho, en todos los sentidos, en sus dos años con nosotros y le estamos muy agradecidos». «Nos enseñó otro modo de ver el baloncesto también gracias a su largo recorrido como profesional, pero entendemos que ahora el basket sea para él una diversión y respetamos su decisión de no seguir», valora el presidente del Sant Lluís.
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