El CCE Sant Lluís ha resuelto que seguirá compitiendo en la Liga EBA y tomará la plaza que la Federació de Bàsquet de les Illes Balears (FBIB) le ofreció fechas atrás en el reestructurado grupo C de la categoría para la próxima temporada 2016-17.
El nuevo proyecto de la entidad presidida por Rosendo Pons, que fue facultado por los socios en la asamblea anual, adquirirá una dimensión isleña y el sustento económico mayoritario procederá del sector privado.
El punto de partida de esta idea se sostendrá sobre los cimientos de la marca «Bàsquet Menorca». El planteamiento actual nace desde la vocación insular que el mandatario le ha concedido en su inquietud por mantener la plaza en Liga EBA para la Isla.
El proyecto se gesta a partir de la creación de una comisión -presidida por Rosendo Pons- y un presupuesto propios, que actuará al margen y no repercutirá en la estructura de los equipos de formación de la sección, y que considera una oportunidad única la coyuntura actual para diseñar un proyecto nacional en clave menorquina que pueda consolidarse a medio o largo plazo.
El jugador Miki Ortiz -que contribuirá en el proyecto también desde su experiencia laboral- se ha incorporado al nuevo grupo de trabajo, integrado también por parte de la directiva y colaboradores de la sección santlluïsera y otros componentes -cuyos nombres no han trascendido- dispuestos a impulsar la iniciativa.
La pulsación del ámbito privado, a la búsqueda de patrocinadores, ha recibido una respuesta positiva. Por su parte, en una reunión mantenida fechas atrás, el Consell ha confirmado al Sant Lluís que mantendrá su margen de colaboración.
En el capítulo deportivo, el proyecto se confiará al técnico catalán Joan Martínez Escala y su equipo de colaboradores. La plantilla contará con la base local de la última temporada y se completará con fichajes del entorno menorquín y, si se precisa, foráneo.