Dani García (Badalona, 1979) cumplirá su cuarta temporada en el CCE Sant Lluís, tras aceptar formar parte del proyecto deportivo que bajo la marca 'Bàsquet Menorca' competirá el próximo ejercicio en la Liga EBA.
«Me apetecía mucho jugar de nuevo con Pitu (Jiménez) y unirnos un grupo realmente de nivel, como parece ser que se conseguirá, para ser un equipo verdaderamente competitivo», explica.
'Maki' García reconoce su «sorpresa» por cómo se ha gestado el proyecto «en apenas dos semanas». Y pocas palabras han sido necesarias para convencerle, «me ilusiona jugar en el grupo catalán, con el incentivo de poder ver a mi familia cada dos semanas».
La renovación del base, junto a la de Miki Ortiz, y los fichajes confirmados de Pitu Jiménez y Jan Orfila se presenta como «una oportunidad guapa de formar un equipo con jugadores de aquí, que nos conocemos la mayoría».
Ante la estructura que se está formando, Dani García afirma que «no tengo la menor duda que seremos un equipo competitivo, independientemente de lo duro que es el grupo catalán. La columna vertebral es consistente y podemos aspirar a hacer un papel más que digno. Casi todos habremos jugado juntos en algún momento y eso facilitará la labor a Joan (Martínez) de compenetrarnos».
El director de juego, afincado en Menorca, destaca la reacción de la calle ante el nuevo proyecto, «me ha sorprendido. La gente sigue con ganas de baloncesto de un cierto nivel como el que puede ofrecer la EBA. El giro deportivo y la capacidad de generar recursos ha suscitado mucha expectación. La gente me comenta que tiene muy buena pinta y personamente me ilusiona ver de nuevo el nombre de Menorca en primera línea competitiva».
El base, que sumará así su decimoquinta temporada en la Isla -en su quinto club-, ha superado la rotura parcial del tendón de Aquiles del pie derecho que le tuvo inactivo casi todo el calendario de competición. «Voy al gimnasio para fortalecer la zona afectada. El margen que da el verano es suficiente para ponerme a punto, listo para dar guerra», confirma.
García se rompió en el primer partido de la fase regular, pero regresó a tiempo para intervenir en cuatro partidos de la fase por la permanencia, aunque la suerte del equipo ya estaba echada. 14,5 puntos, 3,5 rebotes, 2 asistencias y 15 de valoración fueron su tarjeta de presentación.