Quinta temporada en la Liga EBA y quinto equipo -con un paréntesis en el Sant Cugat de Copa Catalunya- en el historial de David Carbonell (Barcelona, 1994), quien ayer por la tarde aterrizaba en el aeropuerto de Menorca para incorporarse de inmediato a la disciplina del Bàsquet Menorca.
Recibido por el presidente Rosendo Pons, el entrenador Joan Martínez Escala y el promotor del proyecto Miki Ortiz, el ala-pívot catalán arribó ansioso por conocer a sus nuevos compañeros y el escenario, Ses Canaletes, que a partir del domingo se convertirá en su hogar deportivo.
Carbonell incorporó a su equipaje la dosis justa de ambición para manifestar a su llegada que «aspiro al menos a estar en la parte alta del grupo y a partir de aquí ya veremos que nos depara la competición y hasta donde somos capaces de llegar».
La ficha número doce del Bàsquet Menorca, que levanta 203 centímetros del suelo, se define como un jugador «de carácter, creo que en este aspecto puedo aportar mucho al equipo». Recuerda además que es tirador «de rachas desde el triple», que el Menorca Talaiòtica sufrió el curso pasado en la pista del Sant Nicolau (6/13). «Y con una destacada capacidad de salto. Pero sobretodo, carácter», incide.
Campeón de España cadete con el FC Barcelona y subcampeón estatal júnior con el Joventut de Badalona, David Carbonell confía en que su bagaje en las categorías de formación le permita seguir creciendo como jugador «y aportar la intensidad y todo lo que me pida, y más, el entrenador».
La historia del fichaje de este interior se remite a pocos días atrás. Jugador y técnico, que se conocen desde hace una década, conectaron «casualmente» a través de una red social y Carbonell explicó a Martínez Escala que finalmente no había concretado su contratación por ningún equipo. «Resultó que ambos buscábamos lo mismo y nos pusimos rápidamente de acuerdo», explica el jugador, que destaca de la plantilla «su calidad y la trayectoria a un alto nivel de algunos jugadores que aún tienen mucho que decir».