El árbitro de pista Marc Alzina y la árbitro de mesa Cristina Lluch se han postulado para ocupar el vacío generado por Biel Sans como delegado en la Isla del comité de árbitros, quien presentó su renuncia diez días atrás dada la intención de la Federació Balear de ejecutar las designaciones arbitrales por ordenador, como también por considerarse infravalorado por el ente federativo que preside Juanjo Talens.
La iniciativa y propuesta de Alzina y Lluch es al unísono, en el sentido de que no optan al cargo por separado, sino para asumirlo de forma conjunta. «Marc asumiría unas funciones y yo otras, pero si aceptan nuestra propuesta es con los dos en el cargo de delegados», explica Lluch en estas páginas.
Al respecto, la 'candidatura' de Alzina y Lluch para gestionar y defender desde la Isla los intereses del colectivo arbitral menorquín debe contar primero con el respaldo del resto de jueces insulares. De confirmarse este apoyo en clave local, que debiera ser pleno (según ha podido confirmar este diario, son varios los colegiados que sí prestarían su soporte a ambos), la propuesta prosperará hasta Palma, al comité arbitral de la Federació Balear, que decidirá entonces si nombra o no un sustituto de Sans y si este se fragmenta en los dos rostros sugeridos desde la Isla.
Los árbitros menorquines entienden y respetan las decisiones de la Balear y al nuevo 'modus operandi' en lo que concierne a las designaciones que aplicará a partir de la próxima temporada, pero del mismo modo consideran que se hace necesario contar con una figura en Menorca (o doble figura en el caso) a la que poder acudir ante cualquier contingencia.