La Copa, a tiro. La disputa de la jornada 8 en la conferencia Este de LEB Plata, además de por enmarcar la quinta victoria consecutiva del Hestia Menorca, que superó al Barça en una mágica velada –Bintaufa, con más de 3.000 almas en la grada, abundó en su condición de plaza invulnerable– y de por permitir al equipo insular afianzar su tercera posición en la clasificación –equilibrado con Real Murcia, segundo, 6/2 ambos–, repercutió y destacó por multiplicar para el conjunto que dirige Oriol Pagès sus posibilidades de acceder a la Copa LEB Plata, competición a un partido que disputarán al epílogo de diciembre el líder de cada una de las dos conferencias al finalizar la primera vuelta de la fase inicial de la competición, para lo que restan tres fechas de calendario.
Advertido de exiguo el margen para ese objetivo en el preámbulo de la visita del Barça –entonces esa opción localizaba a dos partidos, restando cuatro para dejarla definida–, tras la misma, en combinación con la derrota sufrida por el hasta ahora invicto líder, Bàsquet Girona, precisamente a manos del Murcia (83-70), motiva un viraje del escenario tan ingente como que en esa medida se han incrementado las opciones del Hestia Menorca de poder competir por el primer título del curso en la tercera división del país.