- HESTIA MENORCA 74
- REAL MURCIA 76
El Hestia Menorca vio este sábado cercenada su racha triunfal, detenida en seis victorias consecutivas, al ceder en Bintaufa contra un Real Murcia que se mostró superior (74-76). Una derrota que complica de forma exponencial las posibilidades de acceder a la Copa (que dependería de un múltiple empate muy improbable).
El arranque murciano, tras un breve intercambio de triples para inaugurar el marcador (6-6) resultó revelador. Con un Whelan en pleno estado de combustión, una nítida circulación de balón y una defensa de lo más enérgica, el cuadro visitante situó un +10 (15-25) poco antes de cerrar el primer cuarto (19-27). La aparición de Corbacho y el Guebert más efectivo que Bintaufa ha conocido permitieron al equipo menorquín equilibrar, e incluso revertir, el tanteo por momentos (35-31 tras triple del norteamericano; 39-36, 41-39), aunque la reacción no se prolongó hasta el intermedio, en gran medida debido a la aparición de Andre Norris (10 puntos en el segundo parcial tras terminar inédito el primero), y a un desconcertante criterio arbitral, que derivó, luego de una ruptura de 0-7, en el 41-46 al descanso.
El tercer cuarto tuvo neto color pimentonero (46-54, 54-62), con un Hestia que funcionaba a base de embates pero sin la regularidad suficiente para hacerse con el mando, inercia que prosiguió en el periodo definitivo (57-65 tras anotación de Robinson). Una interrupción ajena al partido motivó varios minutos de parón restando siete para la conclusión, pero a su reanudación, el Hestia ‘entró' de nuevo en juego; 69-72 tras triple de Corbacho; 71-72 después de unos libres convertidos por Pitu, pero Whelan, demoledor, hizo el 71-74 y sentenció con el 73-76, lo que ni Pitu, de nuevo desde el 4.60, pudo replicar (74-76).
Minutos de angustia en Bintaufa
Bintaufa vivió, en pleno partido, una secuencia sobrecogedora cuando, al poco de comenzar el último cuarto, un voluntario situado tras la zona de banquillos se desvaneció y tuvo que ser atendido por el médico del Hestia Menorca, el doctor Gómez de Tejada, y posteriormente evacuado en ambulancia. La angustia se prolongó varios minutos en todo el recinto, y obviamente, motivó la detención del partido.