Los jugadores y cuerpo técnico de New Orleans Pelicans y Utah Jazz, el partido que devolvió la acción la madrugada de este viernes a la NBA dentro de la 'burbuja' de Disney, acompañaron a los acordes del himno de Estados Unidos con una rodilla hincada en el parqué, por la lucha contra el racismo de la que quiere hacer gala la NBA.
La vuelta de la competición como altavoz de esa causa racial fue uno de los motivos de la voluntad de los jugadores de afrontar este desenlace de la temporada. Tras casi cinco meses de parón e incertidumbre por la crisis del coronavirus, la mejor liga del mundo volvió y lo hizo con el primer mensaje, en la hilera de personas en una banda, brazos enlazados y rodillas en el suelo.
Durante los acordes que interpretó el artista Jon Batiste, los árbitros también participaron en un acto sin precedentes en la NBA, en uno de los tres 'arenas' del complejo de Walt Disney World en Orlando (Florida). Se espera que sea el primer gesto de muchos, tras la muerte de George Floyd en mayo bajo arresto policial y con escenas de la brutalidad que quieren señalar los jugadores.
Así, escucharon el himno incluso los árbitros, con el gesto que popularizó Colin Kaepernick en la NFL, una protesta en medio del himno que escuece en el país del patriotismo. También se vieron los primeros mensajes en las camisetas de los jugadores, que tuvieron la opción de cambiar sus nombres por lemas como «Igualdad», «Paz» o el «Black Lives Matter» (Las vidas negras importan) que estaba también escrito en letras grandes en el parqué.
El Pelicans-Utah Jazz es el primer partido después del parón por la COVID-19, pandemia que suspendió la NBA el 11 de marzo tras conocerse el positivo de Gobert, jugador de los Jazz, quien precisamente anotó la primera canasta este jueves del regreso de la competición.