Apenas dos partidos comprende el calendario del Hestia Menorca de aquí a que el mes de noviembre se agote, pero la entidad y proyección del par de rivales que aguardan, dos filiales con empaque ACB como Prat –vinculado del Joventut– y Barca B, ilustran lo exigente de ese trecho, tanto desde un punto de vista competitivo como por su posible impacto en la clasificación, a corto plazo, y tal vez a largo recorrido, puesto que cabe recordar que liderar la conferencia al término de la fase regular acota de modo sustancial el trayecto hacia el ascenso –e incluso articula cierto margen de error para las eliminatorias.
Matizar, además, que esos dos adversarios, Prat (líder) y Barça (segundo), luego de medir fuerzas con el equipo insular se enfrentarán entre sí, ya entrado diciembre –el fin de semana de los próximos días 28 y 29 no hay liga a causa de las ventanas FIBA–, por lo que la conferencia Este en estas semanas que devienen, y siempre con el permiso de otros rivales como Gran Canaria, otro joven equipo ‘B' con afán de LEB Oro, o de que la pandemia no obligue a alterar la hoja de ruta del calendario, apunta a empezar a perfilar y a limitar la lucha por el primer lugar de grupo.
El equipo de Oriol Pagès, que precisamente acumula una intervención menos que el líder Prat –único equipo con cinco victorias, y que aún no conoce la derrota–, al tener todavía pendiente el partido contra el Villarrobledo, correspondiente a la jornada 4, y en su momento no celebrado a causa del protocolo anti-covid que se aplicó al equipo manchego, si bien conserva su invicto (4/0) y ha desplegado un juego aplastante e inasequible para los cuatro conjuntos a los que ha despachado (su basket averaje general arroja un +90 para un promedio de 22,5 puntos a favor en sus victorias), en realidad todavía no ha tenido la oportunidad de probar sus prestaciones con adversarios directos, de ‘su' liga.