El Hestia Menorca ha derrotado al Class Sant Antoni, 82-72, este mediodía en partido correspondiente a la jornada 2 de la conferencia Este de LEB Plata.
El partido se ha tenido que celebrar en el polideportivo de Maó una hora más tarde lo previsto, por goteras en el Pavelló Menorca. La afición ha tenido que trasladarse de Bintalfa al polígono de Maó para presenciar el encuentro.
Un equipo profundo, bien trabajado, hegemónico al rebote, repleto de opciones en todos los espacios, y aún con mucho margen de mejora, pero con capacidad para rendir rédito pese a ello, sostiene tal afirmación. Como paradigma más flamante y reciente, el modo en que el conjunto menorquín despachó al Class Sant Antoni, un rival provisto de un roster amplio que concede y permite múltiples alternativas a su propuesta de juego, pero qué pese a ello, y salvo algún pasaje del partido muy puntual, ayer se mostró incapaz de poder contener la fortaleza y el despliegue que acreditó el cuadro de Javi Zamora.
Una victoria coral, que como es lógico, tuvo también sus protagonistas a modo individual. Álex Tamayo (10 puntos y 12 de valoración), Pablo Longarela (12 tantos con cuatro triples), Slava Kravtsov (11 y 7 capturas), Diego Alderete (8 puntos, 11 rebotes y 20 de valoración)... y, sobre todo, Pol Molins. El escolta catalán propiedad de Bàsquet Girona elevó hasta los 24 puntos, 7 asistencias, 4 rebotes y 30 créditos de valoración su estadística particular, de un impacto tremendo en la sinopsis y desenlace del encuentro.
También en su despegue. No en vano, fue el base de El Masnou, que hace mucho y bien dentro del rectángulo de juego, quien personificó el ofensivo del Hestia Menorca a lo largo del primer cuarto (10-4; 15-10). Solo los problemas del Hestia Menorca en esos primeros compases del duelo para frenar la velocidad del Sant Antoni, evitaron una fractura mayor en favor local al despedir el primer parcial (21-19).
Javi Zamora tiró de pizarra, introdujo el antídoto al juego pitiüso, y en ataque, el Hestia Menorca entró en combustión desde el triple. Pablo Longarela, Molins… la distancia creció a un +9 y en esa franja se estabilizó (24-15; 36-27), hasta que el Sant Antoni, por medio de la actividad de Grimau, logró una ruptura de 0-7 y aprisionó el guarismo (36-34). El cuadro local volvió a reaccionar pero no sería hasta el tercer cuarto cuando empezó a romper el partido, aunque nunca de modo concluyente (43-37 en el intermedio; 52-39 al poco de reanudarse el encuentro).
La producción de Alderete y ‘Slava' Kravtsov en esos momentos, combinado con una antideportiva del ‘gigante' brasileño del Sant Antoni, Vinicius Da Silva, claves en esa rotura. El argentino Zurbriggen, con un triple, hizo despertar al equipo que dirige Carles Flores, que con un 0-9 a su favor revitalizó sus opciones (52-48, a 3:40).
Los mejores minutos de Tamayo y la reaparición de Pol Molins en ese trecho del partido significaron un nuevo acelerón del Hestia Menorca, que dejó en diez el diferencial al terminar el tercer parcial (63-53), que aumentó al iniciarse el último cuarto (72-58, +14).
La efectividad del experto Grimau y el afán del Sant Antoni por evitar una segunda derrota en dos jornadas de liga alargaron la incertidumbre, producto también de la relajación menorquina (74-66 a 3.13 tras un ‘alley hoop' materializado por Da Silva).
Pero un triple de Nacho Arroyo a 2:11 (77-66) y la acertada gestión del momento y la situación que hizo el Hestia Menorca en esos instantes finales desterraron cualquier atisbo de emoción, en los que ambos equipos se mostraron más preocupados por el ‘basket average' que por la suerte de un marcador que ya estaba totalmente cerrada.
Dos de dos y manteniendo su lugar en la cúspide de la clasificación del segmento Este el Hestia Menorca después de un estreno como local de lo más agitado. El sábado, casi sin tiempo para recuperar, llega el Alginet. ¿En Bintalfa o en el ‘Poli'?