El Hestia Menorca despide esta noche la que ha sido la mejor temporada de su historia, primera que ha competido en LEB Oro, ejerciendo de juez en la lucha por el ascenso directo a la Liga ACB.
Totalmente liberado de exigencias clasificatorias, después de haber sellado la permanencia hace alrededor de un mes y quedarse matemáticamente sin opción la semana anterior de alcanzar el playoff, el equipo de Javi Zamora visita al Força Lleida, tercer clasificado y uno de los tres equipos, junto con el líder, Leyma Coruña, y el San Pablo Burgos (con el que el cuadro ilerdense empata en el segundo lugar), que puede cerrar la noche como campeón y siendo nuevo exponente de la máxima categoría del baloncesto español (Pavelló Barris Nord, este viernes, 21.00 horas).
Por tanto, más allá de tratar de hacer un buen partido y de intentar terminar la temporada con la que sería su decimoquinta victoria en 34 jornadas, igualmente por una cuestión de respeto hacia la competición y a ‘terceros' equipos que se encuentran enfrascados en la batalla por tan selecto objetivo, como por supuesto también de agradar a los aficionados menorquines que en mayor o menor número se den cita esta noche en la capital del Segrià para arropar al colectivo insular, el compromiso no revierte apenas estímulos para el Menorca.
Arroyo
El duelo, que asimismo enmarcará la despedida de ciertos jugadores con la elástica menorquina, desde un punto de vista más emotivo supondrá también un nuevo reencuentro con el base chileno Nacho Arroyo, uno de los héroes del histórico ascenso a LEB Oro obrado hace ahora cerca de un año por el Menorca (que por cierto, menudo recorrido para el joven jugador internacional por Chile, ante la posibilidad de poder celebrar dos ascensos, a LEB Oro y a la ACB, en menos de doce meses).
En lo estrictamente deportivo, el Hestia Menorca tendrá la posibilidad de calibrar hasta qué punto con la eficacia que ha acreditado en sus últimos compromisos lejos de Maó (tres victorias en otras tantas salidas) le da para poder sorprender a un rival que ostenta la mejor racha abierta de la liga (ocho victorias consecutivas) y para asaltar un ‘Barris Nord' que aguardará en combustión, dado lo mucho que se juega su inquilino (el club catalán ha movilizado a su afición y pretende reunir 6.000 personas arropando al equipo de Gerard Encuentra).
El Lleida, según impone la aritmética, debe ganar al Menorca y esperar a que pierdan Coruña –que juega ante un Melilla amenazado por el descenso, en pista norteafricana– y San Pablo Burgos, que visita al Alicante. Una combinación difícil pero no remota. Una lucha por el ascenso en la que el Hestia Menorca ejerce de juez.