La estrepitosa derrota (83-80) en Son Moix frente a Palmer Basket el pasado fin de semana ha reavivado los fantasmas del pasado en la afición del Hestia Menorca, entre la cual se ha desatado un profundo malestar.
La manera de perder en el derbi frente a un rival que marcha colista y hasta ahora no tenía entrenador ni conocía la victoria en liga ha supuesto la gota que colma el vaso de la paciencia de un sector importante de la hinchada de Bintalfa, que señala al entrenador y director deportivo Javi Zamora como principal culpable de la mala dinámica. Si el derbi debía servir como un punto de inflexión para disipar las dudas, lo cierto es que las ha acabado por confirmar. Al menos, de puertas para afuera.
A medio camino
El récord de dos victorias y cinco derrotas que suma el Hestia en la séptima jornada de liga le sitúa en la duodécima posición en la tabla. Por tanto, le separa una victoria tanto de la zona de playoffs como de la zona de descenso que ocupan ahora mismo Palmer y Gipuzkoa, ambos con un solo triunfo en su haber.
El balance de los menorquines es el mismo que el de un equipo teóricamente inferior como Cartagena, el equipo con mayor racha negativa en estos momentos —cuatro derrotas seguidas— y el último al que vencieron; y otro rival de aspiraciones similares como Tizona Burgos, al que le está costando arrancar en su nueva etapa con Jordi Juste al frente.
El talento diferencial para la categoría de las últimas incorporaciones realizadas por el conjunto que dirige Javi Zamora, Thad McFadden en el puesto de escolta y Fer Zurbriggen como sustituto de Pol Figueras, no hacen más que corroborar que el objetivo real de esta temporada es entrar en los playoffs.
Tranquilidad y confianza
Dentro del equipo, los jugadores también lo entienden así y por eso reina la tranquilidad y la confianza en el mensaje que transmite el míster, según ha podido saber «Es Diari».
El vestuario entiende el mal momento de forma actual como un simple bache: tiene seguridad en sí mismo y es consciente del potencial que puede alcanzar como colectivo, por lo que entiende que es cuestión de tiempo que el juego mejore y los resultados acaben llegando.
Sin ir más lejos, esta semana de descanso para el Hestia en lo que a la competición respecta no lo está siendo en cuanto a entrenamientos. El equipo está aprovechando las sesiones diarias para ir recuperando efectivos, como puede ser el caso de un Jaume Lobo renqueante de sus molestias físicas —más allá de un Edgar Vicedo que volvió a vivir el partido desde el banquillo—, e integrar a los nuevos como Thad McFadden en la dinámica del grupo.
Encontrar soluciones
Javi Zamora ya tendrá a partir de este jueves a Fer Zurbriggen en la Isla, por lo que dispone de una semana entera para preparar con el máximo de efectivos posible el importante partido del próximo sábado 22 (19 horas) en Oviedo.
Más allá del evidente atasco que se viene produciendo en el perímetro, agravado con la llegada de Thad McFadden, el técnico madrileño tiene ante sí el reto de encontrar una fórmula convincente en el ‘4’ y en el ‘5’ debido a los problemas físicos que arrastra Edgar Vicedo —su ala-pívot más convincente—, el mal momento de forma de Fynn Schott y Víctor Arteaga —que se vio muy superado ante Palmer— y la nula adaptación de Nico Galette.
Si bien la pareja Wembi - Sola parece ser la más sólida, esta obliga a mantener muchos minutos fuera de su teórica posición natural a un Adams Sola que está siendo una de las grandes sensaciones de la liga actuando como alero.
Saldría mejor destituir al Zamora de una vez..