El entreno de ayer del Sporting acabó con la plantilla citada en una reunión de dos horas, con el presidente Paco Segarra dando explicaciones de algo que ya había avisado y que conocían de sobra todos los presentes: que el club sufre falta de liquidez en caja y que hasta que no haya ingresos no se podrán abonar las nóminas pendientes de Noviembre y Diciembre.
La plantilla, con los pesos pesados al frente -los capitanes Moyano y Raül Capó, junto con el portero Joaquín Moso y el defensa David Sánchez-, expresó a su vez su "confianza en el trabajo que se está haciendo para solucionar el problema" en base a "la comprobada seriedad mostrada por esta directiva", pero, a su vez, "no podemos ocultar nuestra preocupación".
Segarra reiteró que "cobrar, cobraréis, eso seguro", pero que "no os puedo asegurar cuándo". Desde el club se indica que las líneas de crédito bancario están cerradas y que la solución puede partir de los cerca de 400.000 euros que deben llegar de los diferentes convenios con los organismos públicos.
Los futbolistas aseguraron que la situación no afectará al rendimiento deportivo y el objetivo de lograr la permanencia en Segunda B. El clima general es que "nadie abandonará la plantilla", aunque las diversas situaciones personales podrían hacer llegar a esa salida a algún jugador.