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Fútbol /// Tercera división

El síndrome del colista

El Alaior continúa en el fondo de la tabla tras empatar (1-1) un partido frente al Collerense en el que arriesgó para sumar tres puntos que habría merecido

Un empate. El esfuerzo del Alaior en la segunda parte no fue suficiente para remontar al Collerense - Paco Sturla

| Alaior |

El CE Alaior seguirá una semana más como colista de Tercera División al lograr sólo salvar un punto ante el Collerense (1-1).

Los albinegros merecieron mejor suerte, consiguieron neutralizar el tanto de los visitantes, pero su empuje y la valentía en los cambios de su técnico David Moreno no fueron suficientes para atrapar la segunda victoria del curso.

El primer aviso serio de la tarde lo dieron los visitantes. Santi se internó entre los dos centrales, y Jesús muy acertado despejó a saque de esquina. En el lanzamiento posterior, de nuevo el portero evitó malos mayores para su equipo.

Los hombres de David Moreno no se encontraban cómodos en el terreno de juego, y las llegadas mallorquinas ponían en apuros a la zaga local. A los 20 minutos Navarro, solo en el área, disparó alto.

Pasada la media hora, Migue Coll desde media distancia lo intentó, pero Juanjo despejó. Fue la primera llegada con cierto peligro del Alaior.

En los últimos instantes los locales se estiraron más, y Villalonga reclamó un penalti muy claro por empujón. Antes del descanso, Víctor remató de cabeza alto. Había signos de mejora en el cuadro albinegro.

El segundo tiempo arrancó con sendos disparos del recién ingresado Juli: el primero al larguero, y el segundo despejado por Juanjo con apuros. David Moreno demostraba con las sustituciones que iba a por el partido.

La segunda fue la de Abel por Tomè. El Alaior dominaba el encuentro sin llevar mucho peligro. El Collerense en una aproximación se adelantó en el marcador. Agus, de golpe franco, adelantaba a su equipo. Salió Joel al terreno y el primer balón que tocó sirvió para empatar el encuentro en el minuto 65.

Tras la igualada el Alaior se fue arriba, y un centro chut de Ernest fue despejado entre el palo y el portero. El Alaior había realizado las tres sustituciones y una inoportuna lesión de Basili, le dejó con diez hombres para el tramo final. Pese a ello se volcó sobre la meta de Juanjo intentándolo de todas las maneras, pero se tuvo que conformar con el empate injusto, tras un gran segundo tiempo en el que le faltó acierto y tuvo la mala fortuna, o sea, el síndrome del colista.

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