Todo el esfuerzo de todos estos años en lo que era el sueño del Sporting de estar en la categoría de bronce del fútbol español se fundirán en negro hacia las dos de la tarde de mañana en el Narcís Sala.
Finalmente serán ocho los jugadores del primer equipo los que acudirán a su último acto de servicio con el club mahonés: Micaló, Barber, Sergio, Moyano, Adrien, Berto Vaquero y Lamín. Junto a ellos, cinco valientes juveniles del "Baby Sporting", el único futuro real que tiene esta castigada institución: Marc Seguí, Sergio Ayala, Àlex Cutillas, Jonathan Seguí y Raül Olives. Con todo junto, Mati Borsot no podrá hacer más de dos cambios. Pero después de todo da igual.
De entre los seniors, el último que no aguantó más es Nacho del Moral. Tras la última sesión de entrenamiento que el equipo va a realizar en el vetusto Municipal de Bintaufa, se despidió de los compañeros y se dirigió a las oficinas del club para recoger la documentación que hasta el miércoles día 25 tendrán a su disposición el resto: la carta de libertad del club y el documento de reconocimiento de deuda.
Sus declaraciones no son muy diferentes de las palabras dichas por todos los que les han precedido. "He llegado al punto de que ya está bien. Llevo toda la semana pensando que no quería dejar colgados a mis compañeros... Pero lo han entendido. Estamos ya en aspectos personales, de que cada uno debe procurarse un futuro que aquí no se da", comentaba el jugador, que desmintió un presunto interés del Sant Andreu -"¡ya ves, ojalá!"- y no descartó volver a su anterior equipo, el Peña Esportiva Santa Eulària. "Lo sabré a partir del miércoles", indicaba.
Llegados a este punto, el conjunto de la plantilla se toma el encuentro por un lado como un asunto de dignidad profesional hasta el final para que nadie les recrimine nada y, por otro lado, como un escaparate de lujo: nadie deja de banda que por el Narcís Sala se dejarán caer entrenadores y ojeadores varios para ver como está este "Todo a Cien" en el que se ha convertido lo que queda de un Sporting que se desmantela en lo que es el primer equipo y que únicamente seguirá en el apartado administrativo, en la atención al socio y en su fútbol base, aunque en este último aspecto la diferenciación, afortunada, se inscribe dentro de la Escuela "Sporting Illa de Menorca".
Dentro de esa faceta, el directivo José Pons volvió a incorporarse a su trabajo. "Hablar de un único culpable de esta situación es injusto. En este club todos somos culpables", indicaba ayer al Diari. Paco Segarra seguirá siendo el presidente hasta final de temporada. Una temporada que no se jugará más.