El viejo campo municipal de Bintaufa sonrió ayer de nuevo brevemente. El vetusto campo del Sporting Mahonés recuperó algo de vida gracias al entrenamiento que protagonizó el Atlético Villacarlos juvenil que disputa la Liga Nacional y que ha trasladado hasta ahí su centro de operaciones estos días para acostumbrarse al césped natural que se encontrarán esta tarde en el inmenso campo municipal de Sa Pobla. La directiva mahonesa accedió sin ningún problema a la petición amarilla, e incluso su presidente, Fernando Osuna, siguió con interés desde la grada las evoluciones del ilusionante conjunto que ocupa actualmente la tercera plaza en su competición.
El entrenador del juvenil de Es Castell, José Luis Bahamonde pidió antes del parón navideño si el Sporting le dejaría entrenar para que sus jugadores se adaptaran mínimamente al tapiz que se encontrarán en Sa Pobla. Las medidas del campo municipal son mucho mayores que las del campo de Es Castell y el césped es natural.
El problema es que los entregados directivos del que fuera club de Segunda División B están batallando contra un montón de malas hierbas que han aprovechado el severo recorte en cuidados para adueñarse del terreno de juego.
Sesión por la tarde
La plantilla del Atlético Villacarlos saltó ayer al césped pasadas las 16.30 horas para ejercitarse en vistas del duelo de esta tarde en el que deben ganar si quieren mantener la tercera plaza que ocupan con 33 puntos, a tres del cuarto, precisamente el rival de esta tarde.
Los de Sa Pobla quieren aprovecharse del factor cancha aunque quizás no cuentan con que los amarillos han diseñado una estrategia para minimizar la ventaja mallorquina. A ver si surte efecto.