El fútbol es así de desconcertante. Cuando aún coleaba la debacle del pasado sábado ante el Andratx, cuando se añadían aún más bajas importantes al equipo, cuando el visitante era nada menos que el Poblense, segundo clasificado y mejor conjunto del grupo en la segunda vuelta, cuando casi nadie apostaba por el Mercadal y a priori un posible empate habría equivalido casi a victoria, pues hete aquí que el débil se impuso ayer al poderoso, y con toda la justicia del mundo además, porque si alguien vio el gol más de cerca fue sin duda el Mercadal, porque el Poblense no lo olió en los noventa minutos.
Los mallorquines podrán objetar que la expulsión de Busquets por doble amarilla en el minuto 42 les rompió el plan pero hasta aquel momento tampoco habían demostrado nada. Dio la impresión de que el Poblense, consciente de su superioridad, quiso jugar como el gato con el ratón y zampárselo cuando le conviniera, al menos en la primera mitad, sin apretar el acelerador y sin exigir nunca a Barceló, seguro de que al cambiar el ritmo, o cuando el Mercadal flaqueara, llegaría el inevitable gol o goles que demostraran la jerarquía.
Delante, el equipo de Yeray, tal vez porque salía como víctima, estuvo más asentado y concentrado que en anteriores partidos, igualó y controló bien el juego, y aunque tampoco hacía intervenir a Vives, el solo hecho de no padecer la presión rival le daba un plus de tranquilidad. La citada expulsión de Busquets antes del descanso – dos amarillas en cinco minutos- dio un vuelco al partido y amplió el abanico de posibilidades de puntuar a los mercadalenses.
Y para demostrarlo, el primer cuarto de hora de la segunda mitad ofreció la fase más emotiva y gestó el triunfo local. En el 54 un cabezazo de Héctor lo salvó Vives con la punta de los dedos, y el consiguiente corner también lo cabeceó Jeroni por encima del larguero. En el 56 Camps remató al ángulo e hizo lucir de nuevo a Vives. Y dos minutos después, en un error visitante, Héctor levantó el balón sobre el meta, pero también sobre el larguero. Eran ramalazos del Mercadal, crecido, ante un calculador Poblense que ya no juzgaba inútil un empate, pero que en su pecado - y en su inferioridad, claro- tuvo su castigo.
En el 79, en un balón sin aparente peligro, falló Vives el blocaje y David Más le birló el balón y el campo se vino abajo con el 1-0. Un minuto después pudo llegar la apoteosis en un gran remate de Camps, viendo adelantado a Vives, el larguero. No reaccionó el Poblense ante los de Yeray cada vez más seguros, y se llegó al final con una de las sorpresas de la jornada que prácticamente deja a tiro la permanencia una temporada más del Mercadal en Tercera. De otras dudas y preocupaciones ya habrá tiempo para discutirlas más adelante…