Unas 400 personas se reunieron el viernes para festejar el fin de temporada en el CE Alaior. La cita contó con un concurso de paellas por equipos y además contó con la tradicional entrega de trofeos a los más regulares de cada plantilla. Una reunión que tuvo que acortarse debido a la inesperada presencia de la lluvia.
El acto lo abrió el concurso de paellas, una novedad que la directiva ha preparado para este año y en la que los diferentes equipos debían cocinar un arroz para saber qué plantilla se alzaba con la victoria. Este honor cayó para el equipo alevín por proclamación popular.
Tras la cena, la directiva procedió a entregar los trofeos que acreditan a los jugadores más regulares que han destacado en cada equipo que ha sacado a competir el club. El trofeo premia la regularidad y la actitud. Uno por uno los premiados fueron desfilando por el improvisado escenario donde además del recuerdo se llevaron el aplauso de los asistentes.
Hacia el final, la lluvia empezó a caer y se cerró la fiesta deseando a todos un feliz verano.