Los árbitros menorquines que aspiran a subir a Tercera División tienen mínimas opciones de lograr su objetivo. Mohamed Ouali y Rubén Fernández terminaron el global de las pruebas de ascenso en sexta y séptima posición, respectivamente, cuando únicamente los cuatro primeros de la promoción suben de Regional a Tercera. Las posibilidades de que los dos colegiados menorquines accedan a una competición superior pasa porque dos o los tres mejores trencillas de Tercera que aspiran al ascenso a Segunda B logren plaza y el quinto, el sexto y el séptimo, respectivamente, se incorporen a la liga balear sénior.
Ouali y Fernández se han estado preparando a conciencia a lo largo de la temporada para aumentar de rango de la mano del colegiado menorquín de Tercera, Pedro Bermúdez, con clases semanales a las que también acudió el colegiado Antoni Pons, encargado de dirigir la final de Copa Regional.
Rubén Fernández logró la mejor nota en el examen teórico aunque en este caso la calificación no importa ya que el test se evalúa únicamente con un 'apto' o 'no apto'. A los dos aspirantes menorquines les pesó en la calificación final la nota que obtuvieron del apartado práctico. Los dos tuvieron que desplazarse a Mallorca para ser examinados en vivo por representantes del colegio de árbitros de la Federación Balear de Fútbol.
pendientes de los ascensos
En esta época los colegiados afrontan las pruebas que dan derecho a subir de categoría desde Primera a los niveles inferiores. Los tres mejores árbitros de Tercera realizan las pruebas para subir a Segunda División B. Si lo consiguen, la lista de trencillas en Tercera se ampliará con tres plazas más, por lo que los dos menorquines ascenderían.