El Mercadal está en vena. Cuando todo va bien, de cara, suele pasar que se partidos complicados, como el de ayer, se sacan adelante sin merecerlo. Como hacen los grandes, los que están en racha, y el grupo de Lluís Vidal lo está. Joel fue el encargado de firmar la quinta victoria consecutiva tras marcar en el añadido y sumir en la desesperación a un Felanitx que se hizo acreedor al punto y que es el polo opuesto al Mercadal. Los de Julián Ronda igualaron por dos veces el marcador pero su trabajo no les alcanzó para el premio. Con el agua al cuello, forzaron algunas faltas innecesarias y una de ellas desembocó en el 3-2 final.
No fue un partido brillante, ni por asomo, hubo más goles que fútbol y los rojiblancos se encomendaron a la estrategia que les sacó de otro atolladero.
Errático
Estuvo espeso el Mercadal en el arranque, le costó imponerse a un Felanitx que acumuló hombres por detrás del balón, parapetado en una zaga de cinco y atacando de forma directa buscando la velocidad de Jeferson o Ferra. Los de Vidal, sin exponer el esférico, buscaron las bandas para romper el entramado rival pero no había frescura mental. En el sexto córner, Domi cabeceó —quinto gol— para despertar el partido. Pero el Felanitx, que tampoco había ofrecido más que los locales en ataque, encontró la igualada tras un error de Barceló.
Vidal alteró la cita metiendo a Joel y retrasando la posición de Berto. Al minuto, Jeferson robó el esférico, su envío al interior fue al brazo —no el brazo al balón— de Domi y el árbitro no apreció voluntariedad. Tras el susto, el Mercadal siguió plano en su juego, incapaz de romper el sistema defensivo impuesto por Julián Ronda. Volvió Javi Lacueva y el equipo ganó en profundidad aunque no sirvió para que su juego generase ocasiones. Todo llegó a balón parado. Domi y Toni erraron en sus remates que llegaron de sendos saques de banda. El ciutadellenc acertó en el segundo palo tras otro balón largo de Lacueva con las manos. El triunfo parecía seguro, pero el Felanitx sacó partido a otra acción aislada para empatar. Luego, en la enésima falta botada por Berto, tocó Calero y remachó Joel con la cabeza.