Continuismo y renovada ambición definen el programa de Juan Pablo Prieto (Madrid, 57 años) quien ha decidido dar un paso al frente y optar a la presidencia del CE Mercadal. Salvo que surja otra candidatura, extremo muy improbable, este empresario afincado en Es Mercadal desde hace 14 años, será el nuevo hombre fuerte del club de Sant Martí en sustitución de Antoni Palliser una vez concluya el proceso electoral que arrancará a mediados de abril y concluirá el próximo mes de mayo.
Prieto entró en la junta del anterior presidente, Damià Torres, como directivo del fútbol base, y con Antoni Palliser ha ejercido de vicepresidente los últimos cuatro años. A tenor de sus primeras manifestaciones, el futuro presidente está dispuesto a dinamizar al club a partir de propuestas ambiciosas. «Mi idea es la de realizar un trabajo continuista con la filosofía de lo que han hecho Damià Torres y Toni Palliser», explica, confirmando, por tanto, que la entidad mantendrá su status en Tercera División convencido que es más ventajoso que hacerlo en Regional como ha defendido su antecesor en el cargo.
«He decidido presentarme para acabar con los rumores que había en el pueblo en torno al club, dar estabilidad al equipo en el momento en el que está y también porque me ilusiona hacerlo», indica a este diario. Su declaración de intenciones, claro está, pasa por mantener al equipo en Tercera División descartando así la posible renuncia a la categoría. Pero Prieto va más allá al señalar que «si es posible subir a Segunda B lo intentaríamos; es una ilusión para nosotros y para Menorca y yo no lo veo como una utopía aunque habría muchas cosas a considerar». Se basa en que «el fútbol es fútbol y nosotros llevamos una temporada de lujo coronada con el gran partido que hicimos el sábado frente a un gran rival de la Liga como es el Formentera al que conseguimos derrotar. Repito que la ilusión no nos la puede quitar nadie aunque ya soy consciente que repetir lo que está haciendo el equipo este año será muy difícil pero yo soy muy positivo en la vida y repito que la ilusión no nos la quita nadie».