Quizás el mejor legado que dejara Paco Segarra en el extinto Sporting Mahonés fue la determinación para impulsar a un equipo femenino de fútbol 11. Han pasado cinco años y aquél equipo, pese a todos los contratiempos y cambios de nombre que ha tenido que superar, se mantiene en la Liga femenina Autonómica que el pasado fin de semana arrancó su nueva temporada.
Tienen mérito la directiva y los técnicos del club mahonés por la dificultad que encierra reunir y consolidar, en la medida de lo posible, a un grupo de jugadoras en una Isla en la que solo existía el fútbol sala femenino, con apariciones y desapariciones periódicas.
Ahora denominado Sporting de Mahón, el equipo de Bintaufa acaba de iniciar una nueva etapa con Micki Gomila, exentrenador del At. Villacarlos juvenil, en el banquillo. Tras el paso de Tolo Bagur, coordinador de todo el club, Gomila aceptó el desafío que se inicia, quizás, con mejores expectativas que en cursos anteriores.
«Bueno, en parte, sí es así porque tenemos una plantilla más numerosa que en otros años y eso hace que se fomente la competitividad entre las futbolistas y todas se espabilen para ganarse el puesto y la convocatoria», apunta el responsable técnico. Recuerda Gomila que la pasada campaña Bagur llegó a disponer de solo 14 efectivos, «y ahora tenemos 22 jugadoras, aunque varias proceden del fútbol sala que no es lo mismo».
Gomila recuerda, no obstante, que «el problema es que llevan 7 meses sin competir desde que acabó la pasada temporada, y este año hay menos equipos porque el Campos se dio de baja poco antes de empezar el campeonato, pero por contra, no parece que haya grandes diferencias entre todos. Nosotros vamos poco a poco y ya veremos donde llegamos».